El 22 febrero de 2016 la Alcaldía de Cartagena presentó una figura que ha salvado las vidas de niños, jóvenes y adultos: el defensor del Paciente Distrital, Henry Vergara Sagbini.
Desde esa fecha, a través del programa ‘Primero el paciente’, el médico pediatra es una especie de abogado que vela porque a los cartageneros no se les vulneren derechos en salud, y no tengan que recurrir a la acción de tutela para exigirlos.
Y como lo precisa el artículo 42 de la Ley 1122 de 2007, es vocero de los afiliados ante las respectivas Entidades Promotoras de Salud (EPS), con el fin de conocer, gestionar y dar traslado a las instancias competentes de las quejas relativas a la prestación de servicios de salud.
Así, en su primer año de ayuda, del 20 de febrero de 2016 a febrero 2017, atendió 1.434 solicitudes de acciones humanitarias sobre la prestación de servicios de distintas EPS, de los cuales la mayoría obedecen a negación de tratamientos médicos y quirúrgicos e interrupción de tratamientos a pacientes crónicos. Son muchas las personas que viven agradecidas con la gestión del defensor. A continuación las historias de algunas de ellas.
POR LEUCEMIA
“Mi hijo Daniel (23 años) estuvo bajo tratamiento por leucemia linfoblástica aguda en el hospital Pablo Tobón Uribe, en Medellín. Gracias a Dios primeramente y la Defensoría del Paciente, en cabeza del doctor Henry Vergara, puedo decir que hoy tiene la enfermedad controlada y su estado de salud es favorable”, aseguró Carlos Becerra, quien residía en Cartagena y hoy está radicado con su familia en Medellín. Decidieron cambiar de ciudad para garantizar la prestación de mejores servicios de salud a Daniel.
Indicó que “les pido a todos los estamentos, llámense públicos o privados, no solo mantener sino hacer más sólidas entidades como la antes mencionada, ya que ayudan a que haya más garantías para la atención a los pacientes, puesto que nuestro sistema de salud es muy deficiente”.
LOGRÓ CIRUGÍA
Heidi Vitola González y su esposo, quienes residen en Baranoa (Atlántico) y tienen familia en Cartagena, visitaron la Defensoría del Paciente en busca de ayuda.
“Mi esposo tenía problemas en la columna, constantemente presentaba dolores muy fuertes y era urgente que le realizaran una cirugía. Solo lo medicaban y quedábamos a espera de que la Nueva EPS entregara la orden. En ese proceso duramos un año y más. Gracias a la intervención del doctor Henry Vergara le hicieron la cirugía en la clínica Blas de Lezo”, destacó la mujer.
Aseguró que “mi esposo se encuentra recuperado. Estamos muy agradecidos con toda la ayuda y el apoyo que nos brindó el defensor del Paciente”.
¿TRASLADO POR DIARREA?
Duberney Beltrán Castillo, padre de Valery Beltrán Chimá, contó que “mi hija tenía diarrea y vómitos. Ella es usuaria de Coomeva, y como estaba grave la llevé a Urgencias. De allí la remitieron a la Clínica Cartagena del Mar, donde desde el primer momento me dijeron que tenían que remitirla a Riohacha (Guajira) porque no tenían algunos recursos como camas. Me opuse pero ellos eran insistentes”.
Sostuvo que “me tocó acudir al defensor del Paciente, quien se encargó de que respetaran mi derecho y el de mi hija como paciente, a que la atendieran en la ciudad donde residimos. Así fue como pude resolver la situación”.
El defensor del Paciente, Henry Vergara Sagbini, recordó que a finales del año pasado, al momento del incidente, Valery tenía menos de un año de nacida.
Precisó que “la EPS tenía todo listo para enviarla a un hospital de Riohacha porque aquí nadie le prestaba el servicio de hospitalización. Nosotros intervinimos, la madre se encadenó a la camita de la niña y logramos que se quedara aquí. Gracias a Dios su salud mejoró. Ese es un caso de esos ‘no te lo puedo creer’. Increíble, pero cierto”.
UNA RECUPERACIÓN EN PROCESO
Isis García Ruiz, la niña con problemas de vejiga neurógena que dio a conocer a través de este medio que estaba dispuesta a vender sus juguetes para costear su operación, recibió un primer tratamiento el pasado jueves, gracias a la gestión del defensor del Paciente.
“Estoy feliz. Lloré demasiado, pero de felicidad, cuando la vi dormida ingresaron al quirófano porque ya va a dejar esa tortura del dolor en la espalda, del paño. Este es un avance y el doctor me dio bastantes esperanzas de que pueda funcionar”, expresó Jeiky Ruiz, madre de Isis.
Vale recordar que tras una primera valoración en Medellín, la niña oriunda del municipio de San Estanislao de Kostka (Arenal) regresó a esa ciudad para que le aplicaran un medicamento intravesical (toxina botulínica según especificó la Clínica General del Norte al autorizar el procedimiento).
El urólogo especialista en daños neurológicos de la vejiga, Juan Carlos Castaño, mismo que la valoró inicialmente fue quien lo realizó.
La madre dijo que “en 10 días debemos regresar a Medellín para una cita de control, donde el médico va a mirar cómo va reaccionando al procedimiento. Él me dijo que de todos modos, como su problema era complejo, debía repetírselo en cuatro, cinco meses, y ahí es donde veremos si funcionó o no”.
“Si esa inyección no le resuelve el problema de la incontinencia urinaria -indicó-, le instalarían un neuroestimulador en la parte baja de la pierna”.
Jeiky destacó que “gracias a Dios todo salió bien. De camino al quirófano Isis le regaló un juguete al médico, supuestamente con eso ella iba a pagar la operación, es un oso pequeñito. Agradezco tanto empeño en el caso de mi hija, sino hubiera sido por eso seguiría padeciendo de esa enfermedad por mucho tiempo”.
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