Decenas de adultos y niños se niegan a dañar sus planes, este lunes festivo. Pese las medidas extremas de seguridad que se dieron a conocer desde muy temprano, debido al fuerte oleaje, los ciudadanos llegaron a bañarse al mar, en el sector de Marbella y Bocagrande, al norte de Cartagena.
Los salvavidas han tratado de advertirles que el paso está restringido, por lo que la Capitanía de Puerto también suspendió el zarpe de embarcaciones a Playa Blanca y otros sectores. (Por fuerte oleaje suspenden zarpe de embarcaciones a Playa Blanca y otros sitios)
Por esta razón, los organismos de socorro, en ambas playas, han tenido que pedir ayuda a la Policía para convencer a las personas de retirarse de las playas. Alejandro Powell, salvavidas de la playa de Marbella, comentó a El Universal que la gente ignora las señales y que además, algunas personas en estado de embriaguez "se ponen pesadas" y no hacen caso a las instrucciones.
Powell trataba de convencer a familias, con niños pequeños, de alejarse del agua donde se están formando remolinos altamente peligrosos.
Los patrulleros de la Policía apoyan la labor de los salvavidas, pidiéndole a los bañistas salir del mar. Algunos adultos dan las gracias y apenas se retiran los uniformados, los niños a su cargo corren al agua. Otros cuestionan su autoridad para hacer esta labor.
Los carperos también recogen sus carpas por orden de la Policía.
En Bocagrande, la situación es la misma. Los salvavidas, sin apoyo de la Policía, mantienen a la gente hasta una profundidad de 40 cms.
"Unos turistas se negaron a salir del agua porque pagaron mucha plata por venir a bañarse al mar en Cartagena", indicó el Salvavidas Richard Rafael Silgado, quien además le contó a El Universal que no tienen la señalización adecuada para alertar a los bañistas del peligro.
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