Debido a las precarias condiciones en las que viven los habitantes de las islas de Barú y Tierrabomba, y la carente gestión de los gobiernos nacional y departamental para resolver sus problemáticas, en la jornada de elección presidencial, al igual que en las pasadas elecciones legislativas, la abstención se coronó como ganadora en estas poblaciones.
Leonar Vallecillas Molina, representante legal del Concejo Comunitario de Barú, dijo que en la mañana de ayer, cuando en compañía de la fuerza pública arribó a la isla el personal encargado de la logística electoral, se vivieron minutos de tensión.
“La gente está en abstencionismo total. Hicimos un momento de resistencia cuando llegaron las urnas de votación, pero luego conversamos con los jurados y decidimos dejar que las instalaran, pero nadie ha ejercido su derecho al voto ni lo va a hacer”, aseguró Vallecillas.
Explicó que los moradores de Barú tomaron esta radical decisión a raíz de la expedición del Decreto 0289 del 29 de marzo del 2014, a través del cual la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) negó la licencia ambiental para la intervención de Playetas, que permitiría desarrollar el proyecto “Obras de protección litoral y conexión vial en la isla de Barú”. Lea aquí (ANLA niega licencia ambiental de Playetas)
El representante de los baruleros precisó que “queremos que la ANLA retome los estudios y tenga en cuenta que por la situación de Playetas (vía principal de acceso a la isla que está erosionada por el mar y amenaza con dejarlos incomunicados) hay una población que está pasando necesidades”. Lea también (“El trámite de la licencia ambiental de Playetas continúa”: Valorización)
Agregó que la falta de agua potable y la vulneración de derechos fundamentales como el acceso a la salud y educación, también incidieron en la negativa de participar en la elección del nuevo presidente.
Por ello, ninguna de las 2300 personas aptas para votar en el corregimiento, acudió a las cinco urnas de votación instaladas en la Institución Educativa Luis Felipe Cabreras, sin embargo, con el propósito de manifestar su descontento, más de 100 personas se concentraron con pancartas en la plaza principal.
“Sin agua, sin carretera y sin educación Barú no participa en la votación”, fue uno de los mensajes exhibidos.
Más de 300 policías del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) custodiaron la zona en la que, según Vallecillas, “todo transcurrió con tranquilidad”.
Al final de la jornada, en Barú solo se registraron los votos de los 12 jurados electorales y de una persona proveniente del interior del país, acto que amenazó con alterar el orden público, pero rápidamente todo volvió a la normalidad.
Vallecillas advirtió que “si el Gobierno no se interesa por nuestras problemáticas no contará con los votos de Barú en las elecciones venideras”.
TIERRABOMBA ESTUVO REACIA
Pese a que el pasado viernes, el Concejo Comunitario de Tierrabomba decidió que para dar ejemplo de civismo y democracia se permitiría ejercer el derecho al voto en las elecciones presidenciales, sus habitantes optaron por el abstencionismo.
“La gente está reacia a votar porque no hay una solución contundente a nuestras problemáticas, solo promesas. Hasta el momento no hemos visto ningún ejemplo positivo de parte de nuestros gobernantes”, afirmó Mirla Aaron Freite, representante legal del Concejo Comunitario de Tierrabomba.
Señaló que “nos tocó hacer un trabajo pedagógico grande” para que los nativos llegaran al acuerdo de participar en los comicios electorales y accedieran a la instalación de las mesas de votación.
Tras el conteo de votos se determinó que de las 2000 personas aptas para votar en las seis urnas instaladas en la Institución Educativa Tierrabomba, solo 240 ejercieron su derecho a elegir.
La amenaza de viviendas a punto de desmoronarse por la incontrolada erosión costera y la deficiente prestación de servicios públicos, son algunos de los problemas que aquejan a este corregimiento. Lea aquí (Defensoría del Pueblo ampara a Tierrabomba)
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