Arroyos Catalina y Salvador causan estragos en San Juan

Catalina y Salvador no son propiamente una pareja de enamorados o de esposos. Son dos arroyos que atraviesan San Juan Nepomuceno y en esta época causan estragos en las familias, quienes desde hace más de veinte años construyeron sus casas cerca de sus cauces. A Catalina y Salvador se les une El Rastro, otro impetuoso arroyo que ha dejado a más de una familia a la intemperie. El pasado fin de semana estos tres se crecieron y ocasionaron una emergencia en varios sectores de este municipio, sobretodo en el barrio El Progreso y el sector La Inmaculada Concepción. Allí, más de treinta familias duermen con un ojo despierto debido a que sus casas prácticamente se las están llevando las crecientes y desde hace más de diez años esperan que los reubiquen para poder conciliar el sueño. Entre las familias con mayor riesgo se encuentran los Vergara Mendoza, Yépez Jímenez, los Rodelo y tantas otras que les urge salir de la orilla de los arroyos. Y es que el problema no solo es para los habitantes de este sector, también se encuentran en riesgo de perder todo por causa de las crecientes de los arroyos, los barrios Abajo sector el Ojito, El Cerrito, La Bodega y el sector La Islita. Estas familias le dijeron a El Universal que el esfuerzo de más de veinte años se ha ido al cauce de los arroyos, y desde hace tres administraciones les están prometiendo reubicación y hasta la fecha lo que han recibido son unos mercaditos y unas colchonetas que es lo que nos dan cada vez que se presenta esta situación. La emergencia que se presentó el fin de semana fue atendida por la Defensa Civil, La Cruz Roja, la Policía Nacional acantonada en este municipio y junto a funcionarios de la Alcaldía lograron convencer a tres familias para ser reubicadas, y fue así como la familia Puche Ramos, Arrieta Correa y la familia Ochoa Díaz, accedieron a trasladarse a otro sitio. Inicialmente, los reubicaron en la antigua tabacalera, según informó un funcionario de la Defensa Civil y luego la administración le buscará otra solución al problema. Muchas de las casas que se encuentran en estos sectores, cuentan sus propietarios, tenían hasta veinte metros de largo y hoy en día están a solo centímetros de irse al cauce de los arroyos. Sin embargo, y a pesar del peligro que sobre muchas familias se cierne por las constantes lluvias que han caído, algunas personas se oponen a salir de sus casas y manifiestan que solo saldrán si les dan una nueva. “Cada vez que llueve por los lados de la montaña y sobre todo por los lados del Cerro de Maco, estamos con el credo en la boca y recogiendo lo poquito que tenemos, porque tambien a los tres arroyos de San Juan, se les suma el arroyo de Los Cacaos y este ayuda al desbordamiento de El Rastro”, dijo un damnificado. Algunos damnificados creen que los trabajos de canalización que le hicieron a los arroyos hace unos meses han contribuido a que se hayan acelerado los deslizamientos de tierra porque las bases quedaron muy débiles. Por su parte, la Alcaldía sostiene que hay un censo de más de cien personas y que de estas hay un grupo priorizado, los cuales van a ser reubicados en un lote localizado en la antigua tabacalera, donde se construirán unas ochenta viviendas junto a los de El Cerrito. También existe otro lote en El Nuevo Valle con capacidad para setenta viviendas y en Los Nogales otro para unas quince viviendas más, aproximadamente. “En estos momentos estamos tocando las puertas de los entes gubernamentales tanto del departamento como a nivel nacional, para que nos brinden el apoyo necesario y pronto”, dijo el alcalde Roberto Guardela. La emergencia no es solo en la cabecera, también hay preocupación por los habitantes de los corregimientos de San Cayetano y San Agustín que desde hace varios días se vienen inundando, el primero por el desbordamiento de los arroyos y el segundo por el Río Magdalena. Por lo pronto a unos damnificados los están ayudando con un subsidio para arriendo por tres meses y la Cruz Roja ha contribuido con mercados, sabanas, colchonetas, frazadas y kits de aseo.