Una vez recibieron la autorización de las autoridades sanitarias, las víctimas de la pasada temporada invernal, que se albergaban en el colegio Don Bosco y en la Institución Educativa de Sincerín, volvieron a sus hogares con el acompañamiento de la Armada Nacional.
Los habitantes de este corregimiento de Arjona comenzaron a vivir en emergencia desde a mediados del 2010, por causa de las lluvias.
La situación de más de 400 familias se complicó con el desbordamiento del arroyo El Toro, que afectó a gran parte de la población.
Pese a las adversidades, los damnificados se resignaban a desalojar sus casas anegadas, evitando que sus pocas pertenencias quedaran en manos de los amigos de lo ajeno.
Pero la llegada de diciembre, que para muchos es especial por ser el mes de la alegría, de la parranda y de la unidad familiar, para ellos significó tragedia.
Precipitado por la ruptura del boquete de Santa Lucía y el rompimiento del embalse El Guájaro, en el Atlántico, el Canal del Dique se desbordó sobre los cuerpos de agua que bordean a Sincerín, que anegaron a la población casi en su totalidad.
El resultado de la emergencia fue el mismo que aconteció en todas las poblaciones ribereñas al canal: casas inundadas, enfermedades, cultivos arruinados e innumerables pérdidas materiales.
Esto sí obligó la salida de las comunidades afectadas, muchas de las cuales fueron evacuadas a Arjona, Turbaco, Mahates, Marialabaja y Cartagena.
Permanecieron por un mes completo en albergues temporales, donde recibieron asistencia humanitaria de parte de los Gobiernos nacional y Departamental, así como de organizaciones no gubernamentales y de ciudadanos de buen corazón.
Este retorno de familias damnificadas es el primero que se da oficialmente en Bolívar, departamento que sufrió afectaciones invernales en 33 de sus 45 municipios.
En Arjona algunas familias damnificadas por el invierno han regresado pero por cuenta propia y sin el acompañamiento de las autoridades.
Sigue compromiso
César Narváez Arciniegas, comandante de la Fuerza Naval del Caribe, asegura que las familias retornan porque el riesgo más grande pasó.
“Ya el nivel de las aguas bajó y el entorno de la población regresó a su normalidad, además las lluvias mermaron y las tareas de achique finalizarán pronto”, comenta el oficial.
Narváez manifiesta que el apoyo de la Institución no finaliza con el retorno y enfatiza que todavía se están recibiendo ayudas, sobre todo alimentos y elementos de aseo.
Igualmente manifestó que todas las instituciones están anuentes a colaborar para que estas familias salgan nuevamente a flote luego de la tragedia que los sacudió.
El achique
El Comando Conjunto Caribe, a través de la Fuerza Naval del Caribe, evacuó el agua del corregimiento para garantizar el retorno de los pobladores.
Un grupo de expertos de la Institución, acompañados de equipos, fueron destinados para achicar las aguas que inundaron la zona y obligaron a la comunidad a refugiarse en albergues. En total, se desalojaron 120 mil toneladas métricas de agua.
Sincerín ya se encuentra seco en un 99 por ciento. Adicionalmente, ayer se entregaron 380 mercados, 250 kit de aseo y de cocina, 50 mosquiteros, 100 lonas y 20 rollos de plástico, donados por la Fundación Promotora Canal del Dique, organismos internacionales y la empresa Polyban S.A.
Testimonio
Zaimen Payares se llenó de regocijo una vez pisó su terruño. Ya completaba un mes por fuera de su casa, la cual tuvo que abandonar por culpa de las inundaciones.
“Salí forzosamente de mi vivienda, el agua me obligó a desplazarme hacia Arjona, donde estuve albergada en compañía de vecinos y de otros damnificados de Gambote”, refiere la señora.
Ella regresó a su casa y lo primero que encontró fue camas y colchones deteriorados, pero ese panorama no la afligió, por el contrario, con la ayuda de militares se dedicó a limpiarla y pintarla.
Esta misma actividad fue desarrollada en más de 40 casas y en las calles del corregimiento.
“Definitivamente no hay nada mejor que volver a casa”, exclamó la mujer.
Opiniones
EUGENIA OSPINO:
“Estoy feliz de haber regresado a mi tierra. Ojalá que ahora que estamos aquí, no se olviden de que todavía tenemos necesidades por satisfacer.
MIRLYS ZÚÑIGA:
“Permanecí refugiada 34 días en El Viso y ahora agradezco a Dios que me haya permitido regresar a Sincerín. Fueron momentos difíciles lo que viví pero ahora es como si volviera a nacer”.
BALDINA GÓMEZ:
“Le expresamos nuestra gratitud a la Fuerza Naval del Caribe por colaborarnos con el regreso al pueblo. Esperamos no que no se repita una inundación tan grande”.
Regional
Damnificados de Sincerín retornan a sus viviendas
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