Desconcierto en Galerazamba por supuesta estafa

Los habitantes de Galerazamba, corregimiento de Santa Catalina, están desconcertados por una aparente estafa laboral.
Al menos 150 personas habrían sido víctimas de un presunto defraudador que, haciéndose pasar por contratista del Consorcio Vía al Mar, ofrecía empleos e importantes sueldos a personas en busca de oportunidades laborales.
Según algunos afectados, que pidieron reserva de sus identidades, el supuesto impostor reunió a cerca de 150 personas entre jueves y viernes de la semana pasada, con la promesa de vincularlos a la ampliación de la doble calzada de la Vía al Mar, en el trayecto Lomita Arena (Bolívar) – Juan de Acosta (Atlántico).
“Nos pidió 20 mil pesos a cada persona para afiliarnos a seguridad social, argumentando que es un requisito obligatorio en materia de contratación”, expresó uno de los afectados.
Ayer había un estado de ánimo de desorientación y perplejidad entre la comunidad, debido a que no han visto más a la persona que les pidió dinero a cambio de trabajo.
Caso denunciado
William Badillo, coordinador del Plan Social de la Vía al Mar, aclaró que el consorcio ni sus contratistas están reclutando trabajadores en Galerazamba.
“No estamos buscando mano de obra en Galerazamba y mucho menos para el trayecto entre Lomita Arena y Juan de Acosta, ya que allí no podemos adelantar trabajos hasta tanto no haya una consulta previa con la comunidad y su Consejo Comunitario”, dijo Badillo.
El funcionario precisó que apenas se enteraron de la supuesta estafa, alertaron a la población para que no se dejara embaucar.
“Hicimos perifoneo por las calles del pueblo e informamos que no estábamos ofreciendo empleo y mucho menos pidiendo dinero”, manifestó.
Esta supuesta estafa fue denunciada por el Consorcio Vía al Mar, a través de su Oficina Jurídica, ante la Fiscalía y la Policía de Lomita Arena, instituciones que están investigando el caso y están tras la pista del presunto defraudador.
No hablan
La mayoría de las personas, que aparentemente fueron estafadas, prefieren no hablar del tema, bien sea por miedo a represalias o por vergüenza.
No obstante, hay quienes ingenuamente se aferran a la promesa del empleo que les fue prometido o que les devuelvan su platica.