“Mucho es lo pregonado por el Estado sobre el desplazamiento, pero a nosotros no nos han hecho la reparación”, dicen los campesinos retornados que habitan el corregimiento de Padula, jurisdicción de El Carmen de Bolívar. Estas personas esperan la intervención del Gobierno Nacional para que les garanticen un retorno digno luego de seis años de haberlo perdido todo. Las 45 familias que residen en esta localidad, a siete kilómetros del casco urbano de El Carmen, exigen la presencia de todas las entidades que existen en Colombia y que acompañan a las comunidades desplazadas en el proceso de retorno para que se vuelvan vigilantes y no les continúen vulnerando sus derechos. Desde que los campesinos de este corregimiento decidieron retornar, hace aproximadamente seis años, al sitio de donde una vez los hizo salir la violencia, no han contado con el acompañamiento de ninguna entidad gubernamental. Aseguran que tampoco han recibido atención de las administraciones locales “aquí vivimos como podemos. Sobrevivimos de lo que trabajamos en lo que nos queda de las tierras, debido a que la mayoría ahora pasaron a ser propiedad de grandes inversionistas”, afirmó César Albas Gómez, representante de los campesinos. Albas contó que las condiciones en que se encuentran viviendo en la actualidad son de extrema pobreza. “No queremos que nos regalen nada, simplemente pedimos que nos guíen por el camino necesario para poder trabajar”, explica. Viviendas El representante de la comunidad manifestó igualmente, qué la única ayuda que han recibido del Estado está representada en un subsidio para mejoras de viviendas; recursos que, según dice, no se invirtieron en su totalidad, ya que existen viviendas que no fueron construidas. Albas indicó que los recursos al parecer fueron entregados a una empresa que no cumplió con el objeto del proyecto. “La plata que nos tocó a cada familia para mejorar nuestras casas las cedieron a la empresa Acción Caribe de forma irresponsable, ya que ésta no cumplió el objeto del proyecto”, anotó. Dice que existen casas que no fueron construidas tal cual rezaba en el proyecto, ocasionado con esto la molestia de los beneficiarios del subsidio. “Nosotros recibimos las paredes y el techo, no colocaron las ventanas, y lo peor es que hay casas que no fueron construidas, solamente colocaron las bases y las varillas que se han dañado con el paso del tiempo”, relata el representante. Por esa razón, los habitantes del corregimiento de Padula denunciaron formalmente ante el Gobierno Nacional el mal uso que al parecer le dieron a esos recursos, pero hasta el momento no han recibido respuesta alguna. Debido a las publicaciones realizadas por El Universal en ediciones anteriores, detectives del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) realizan una investigación sobre los recursos destinados para la construcción de las casas de los campesinos, que se encuentran sin terminar. El Centro Educativo Los padres de familia cuentan que además del problema de las viviendas, no saben qué hacer al ver cada día las precarias condiciones en que sus hijos reciben clases. Las difíciles condiciones se iniciaron desde hace cinco años cuando empezó a funcionar nuevamente el Centro Educativo de esta localidad. Los estudiantes reciben sus clases sin energía eléctrica, debido a la falta de un transformador que debe instalar la empresa de energía. Otros de los problemas denunciados por los representantes de los menores es el hacinamiento en los salones de clase por la falta de pupitres, y porqué en este momento de las tres aulas con que cuenta el Centro Educativo solo funcionan dos, ya que una fue adaptada como cocina escolar. “Los niños deben recibir clases en esos dos salones, inhalar el humo que sale de la estufa que se construyó para el restaurante por las malas condiciones en que se encontraba la cocina de bahareque donde funcionaba anteriormente, antes de caerse”, aseveró Zoila Arias Mercado, madre de familia. Sin agua A la ya crítica situación que están viviendo, los miembros de esta pequeña población padece por la falta de agua potable para el consumo, ya que no se cuenta con redes ni servicio de acueducto. Los paduleños se abastecen del agua de los pozos artesanales que ellos mismos han construido y que no recibe ningún tipo de tratamiento. “Aquí el que tiene los medios compra tanques plásticos para almacenar el agua cuando llueve, pero con este verano no tenemos ni para tomar”, anotó otra habitante de la zona. Por último los campesinos le hacen un llamado al Gobierno Nacional para que los tengan en cuenta en el proceso de reparación; debido a la pérdida que ellos tuvieron en los años en que el conflicto armado en el país se intensificó. “No queremos que nos den nada, porque no somos personas perezosas, solamente queremos que nos guíen por el camino para nosotros mismos gestionar los proyectos y volvernos personas autosuficientes”, asintió Albas Gómez.
Regional
En Padula todavía esperan la presencia del Estado
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()