Invasores de “El Colegio” reclaman vivienda digna

Piden que les resuelvan la situación precaria y angustiosa que afrontan desde que invadieron el lugar hace 7 meses.
“Tenemos derecho a un techo por ser población en situación de pobreza, tal como lo dice la Constitución de Colombia”, manifiesta Luis Torres, vocero de la comunidad invasora.
La invasión
El 17 de octubre de 2010 y luego de intentarlo durante 4 meses, 268 familias de los corregimientos Bajo Grande y Las Palmas, y de algunos barrios vulnerables de la cabecera urbana, invadieron el lote de 4 hectáreas que está ubicado entre La Campesina y San Pedro.
Allí malviven 465 menores de edad y 932 adultos, en casas de bahareque y sólo con el servicio de energía eléctrica que toman ilegalmente.
No tienen agua potable y están expuestos a enfermedades; algunos subsisten a la intemperie, entre ratas y culebras.
“Estamos en cambuches, en plásticos, sin baños, haciendo las necesidades fisiológicas como animales”, dice una de las habitantes.
Torres señala que se apoderaron del lugar para forzar al Municipio a que les dé el privilegio de tener una casa propia.
Afirma que han aguantado mucho tiempo en condiciones adversas, esperando una acción del Gobierno municipal que les sea favorable.
En San Jacinto hace 14 años no se consiguen soluciones de vivienda para beneficiar a las clases menos favorecidas, expresan los invasores.
Desalojo
Los ocupantes del terreno se sienten amenazados por una orden de desalojo que adelantará la Alcaldía de San Jacinto y el Escuadrón Antidisturbios de la Policía.
Ellos niegan que el Municipio les haya brindado alternativas de soluciones de vivienda.
“Es mentira, y si es cierto nos gustaría saber cuáles son esos planes. Lo único que sabemos es que el tiempo corre y nadie nos soluciona nada”, anota el vocero.
“Ocupar este lugar es lo único que tenemos. La mayoría somos desplazados, personas que no tenemos vivienda y desempleados que no tenemos para pagar un arriendo o comprar una casa”, agrega.
Luis Torres reitera que no desalojarán y que sólo dialogarán con el Gobernador o el Defensor del Pueblo, porque no sienten garantías con el alcalde Joaquín Güette ni con la Personería Municipal.
En la invasión hay personas que dicen estar dispuestas a sacrificar sus vidas antes que abandonar el predio.
El alcalde de San Jacinto, Joaquín Güette Herrera, asegura que la orden de desalojo está definida.
Unicamente falta concretar el refuerzo policial que se requiere para hacer el lanzamiento de las personas que ocupan ilegalmente el terreno.