“Nos estamos muriendo de sed”. Esas palabras son repetidas diariamente por los habitantes de El Carmen de Bolívar. La ausencia de un acueducto municipal que cubra la necesidad de esta localidad de aproximadamente 100.000 habitantes, ha generado año tras año la inconformidad de sus habitantes. Para Pedro Vargas Arrieta, trabajador independiente, en estos momentos lo que se está ganando una persona que vive del rebusque como él, solo alcanza para comprar el agua que diariamente se necesita en su hogar. Según las estadísticas de varios habitantes de esta municipalidad, en promedio en un hogar con cinco o seis habitantes, se gasta diariamente en la compra de ocho pimpinas de agua de 20 litros y cada una vale $500. Lo que obliga a que mensualmente, en una casa de esta municipalidad se gaste en la compra del agua entre $250.000 y $300.000. Vargas también advirtió que en ningún momento han recibido la colaboración de nadie. “Me refiero a que un carrotanque reparta agua por las calle para saciar un poco la necesidad de los más urgidos, que en este caso somos todos los carmeros”. Las ventas de agua Para los vendedores de agua en el municipio, esta es una forma de trabajar, debido a la falta de empleo ocasionada por la desidia administrativa que por años ha dirigido los hilos de la administración municipal. Según Luis Armando Berrío, diariamente vende entre 90 y 100 carretillas de agua de acueducto, que es traída por carrotanques desde el sitio llamado Ovejitas, en el municipio de Ovejas (Sucre). Para Berrío, en estos momentos la situación económica del municipio es bastante precaria, lo que ha generado la disminución en la compra de agua por sus habitantes. De igual forma, advirtió la colaboración que les ha brindado la empresa Acuecar E.S.P S.A. de esta población en el porcentaje que están cobrando en los carros que distribuyen el servicio. “En estos momentos yo le cancelo a Acuecar la $50.000 pesos por un camión lleno de agua, y lo que ahorramos es para cancelar el servicio de energía que ha aumentado”, anunció Berrío. El rebusque Para Manuel Cárdenas Barrios, vendedor de agua en carretilla, este es un mecanismo de trabajo en el municipio, debido a las pocas oportunidades que tiene esta población para laborar. “Yo diariamente vendo entre 5 y 6 carretillas de agua de 8 pimpinas, por valor de $4.000 pesos para generar el sustento diario de mi familia, ya que no hay otra forma para trabajar”.
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"Nos estamos muriendo de sed": Carmeros
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