Polémica por la recuperación del Centro Histórico de Mompox

Aunque todos están de acuerdo en que se requería una intervención urgente al centro histórico de Mompox, en especial a su Plaza de la Concepción, un sector de la ciudadanía ha lanzado su voz de protesta contra la forma como se restauró y reformó ese lugar.
Por eso, el Ministerio de Cultura decidió, este viernes, reunir al Consejo de Patrimonio junto a otros actores involucrados en el proceso, para mostrar cómo y el porqué de la restauración que se ha venido desarrollando en la zona del centro histórico de esta ciudad, patrimonio de la Humanidad desde 1995.
Desde días atrás, diferentes personas, especialmente de Mompox, han manifestado su inconformismo con las obras, argumentando que se podría perder el legado histórico de la ciudad.
La principal obra se ha venido realizando en la Plaza de la Concepción, centro fundacional de la ciudad, y para muchos, el diseño de esta, va en contravía de lo que llevó a Mompox a ser la Ciudad Patrimonio de Colombia.
Esa plaza presentaba un serio abandono y hasta el momento de la intervención era utilizada como estacionamiento de todo tipo de automotores de transporte para pasajeros, con una capa de concreto que estaba alterando seriamente la infraestructura de las construcciones de la zona.
“No tenemos la fecha exacta de cuándo se colocó esa capa de concreto, pero lo cierto es que no hace parte del legado cultural”, comentó el arquitecto Juan Luis Isaza Londoño, integrante del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.
Fueron cerca de tres mil millones de pesos invertidos en esta obra, que contó con varios retrasos en la entrega, lo cual también ha generado críticas.
“Las pasadas olas invernales que han azotado esta zona del país hicieron que se presentaran varios retrasos en las obras. Además, encontramos problemas con el alcantarillado, por lo que lo más conveniente era prestarle una solución a ello para evitar que en un futuro próximo se tengan que deteriorar las obras ejecutadas”, comentó Isaza.
Todo el proceso fue a través de concurso público y siempre socializado con la comunidad momposina, arquitectos y artesanos de la región para que dieran sus opiniones antes y durante la ejecución de la obra.
“Cuando presentamos el proyecto, lo socializamos con la comunidad, la cual llegó a nutrirlo, y siempre con miras a la protección del Patrimonio de la Humanidad. Si bien hay voces en contra, también hemos recibido el aplauso y la felicitación de una gran cantidad de momposinos que están felices con la obra”, afirmó el integrante del Consejo Nacional de Patrimonio.
Otra de las críticas está en el uso de materiales que no son de la región, como los bolardos en hierro y adoquines, de fabricación industrial. “Realizamos estudios con los materiales y procesos artesanales de la región, pero estos no dieron el nivel de calidad que hoy en día de exige para este tipo de construcciones, por lo que usamos materiales industriales que reunieran esas garantías, sin perder el objetivo de la recuperación de un patrimonio”, continuó.

MÁS CRÍTICAS
En el caso de los bolardos de hierro, que según los constructores son necesarios para que la plaza deje de utilizarse como estacionamiento, como ha sucedido en las últimas décadas, se contó con el diseño de una de las artesanas de la región, que le imprimió el toque de filigrana característico del lugar.
Para algunos, existe malestar por los trabajos en el adoquín, cuyo material principal es el concreto, y que, aseguran, no va con la zona colonial. Sin embargo, los contratistas, incluso presentando obras de arte sobre la arquitectura de Mompox, mostraron la semejanza del material y el diseño que utilizaron para las calles, con la restauración que desarrollaron.
“Las calles de Mompox tradicionalmente han sido de tierra. Lo que hicimos fue adecuarlas con placas, que al quitarlas pueden ser reutilizables en un 95 por ciento, utilizando un pigmento color tierra. Además, volvimos a reincorporar vegetación, que históricamente estaba allí, pero que había sido desplazada”, dijo Isaza.
Con algo de asombro, y asegurando que las críticas provienen más de la desinformación, ven cómo algunos afirman que se están haciendo las albarradas, que son el muro de contención que protege la ciudad del río, con materiales incorrectos.
Estudios hechos por arquitectos y especialistas de la región han mostrado que estas albarradas no son producto de un solo proyecto, que fueron realizados por  los vecinos, cada uno con diferentes materiales y técnicas, por lo que la recuperación se hizo desde cero.
De hecho, se amplió el campo de acción del centro histórico, apropiándose de espacio como jarrillones, creados para contrarrestar la fuerza del agua del río Magdalena, donde ahora se podrá disfrutar de un bello paseo ecológico.
Además, aclararon que existen algunas obras provisionales que se ejecutaron para prevenir que la ola invernal afectara el Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad. “Estas las debimos hacer de emergencia y en poco tiempo van a ser intervenidas pues ya cumplieron su cometido”, finalizó Isaza.
Para el Ministerio no es nuevo que se presenten este tipo de discusiones, pues en intervenciones patrimoniales de gran magnitud, como en el caso de Barranquilla, donde luego la comunidad se ha apropiado de estas zonas como antes no ocurría.