SOS por lluvias en Calamar

Las autoridades municipales de Calamar necesitan ayuda para socorrer a las 750 familias que han resultado damnificadas por cuenta de las lluvias, las inundaciones y los deslizamientos. La alcaldesa Sara Villalba Molinares asegura que los niveles del Río Magdalena son los más altos de los últimos años, por lo que recomendó a las comunidades ribereñas estar alertas. PIDEN AYUDA Los calamarenses temen que las lluvias sigan siendo más críticas y caóticas, ya que los pronósticos indican que caerán aguaceros más fuertes. “Las personas que han perdido gran parte de sus bienes en esta temporada lluviosa, necesitan ayuda humanitaria y presencia institucional de los organismos del Estado”, comenta Jacqueline Ospina, líder comunitaria. Ella trabaja para conseguir la reubicación de Deysi Cañate Olivera, una madre cabeza de hogar que habita con sus 4 hijos en una vivienda a punto de derrumbarse. Esta víctima del invierno, además de subsistir en medio de la pobreza extrema, le ha tocado soportar la embestida de las lluvias. Su casa permanece inundada, húmeda y llena de mosquitos. Ella no cuenta con los recursos económicos suficientes para mudarse, razón por la cual pide la ayuda del Gobierno para ser trasladada a un lugar digno. AFECTADOS En la cabecera municipal de Calamar, los barrios Sleep y Brisas del Magdalena son los más afectados. En estos sectores, los moradores son damnificados de las lluvias y los desbordamientos del Magdalena. Los patios de sus casas están anegados y sólo se secan con las motobombas que dispuso la Alcaldía para mitigar los efectos de las aguas estancadas. Los corregimientos afectados son Barranca Vieja y El Yucal. En el primero la situación es más preocupante al punto que la cancha de fútbol pasó a ser metafóricamente un escenario de waterpolo, en la cual los niños se recrean en medio de la desgracia que ha dejado el paso de las lluvias. SOS MUNICIPAL Sara Villalba Molinares, alcaldesa Municipal de Calamar, lanzó ayer un SOS al gobierno Departamental y Nacional, en especial a las oficinas de Atención y Prevención de Desastres. Manifiesta su preocupación en vista de que las lluvias continúan cada vez con mayor intensidad. “El Municipio colapsará financieramente, puesto que el represamiento de las aguas lluvias en los corregimientos ha generado una contratación casi permanente desde los meses de junio y julio de motobombas, en aras de secar las calles y los patios de las casas, generando unos altos compromisos presupuestales”, asegura la mandataria. Hoy su gran preocupación es la forma acelerada como aumenta el nivel del río, que en el fin de semana, en sólo dos días, aumentó su cota en cuatro puntos. Ahora el nivel es de 8.6 y el nivel de protección del Municipio es de 9.3. El Municipio junto con el comité de Emergencia hacen rondas permanentes por los sitios críticos, a fin de evitar males mayores, por lo que solicita ayuda del gobierno Nacional y Departamental. Han contratado volteos para acarrear tierra y arena para rellenar sacos y subir los jarillones en algunos sectores.