Taponamiento del Chorro de las Mestizas es un hecho

Un grupo numeroso de habitantes de Soplaviento se tomó ayer la sede de Gobierno Departamental para exigir el taponamiento del Chorro de Las Mestizas, lugar por donde se filtraron las aguas del Canal del Dique el año pasado, y que inundaron al 70 por ciento de la población.
Tras reunirse con una comisión de los manifestantes, Bernal prometió soluciones prontas.
El mandatario seccional dijo que esa obra es prioritaria para evitar una nueva inundación de Soplaviento y San Cristóbal.
Lamentó que los trabajos no se hayan podido ejecutar debido a un nudo administrativo del nivel central, de donde depende la autorización para hacer una barrera de contención en el citado punto crítico.
El Gobernador expresó que junto al alcalde de Soplaviento, Luis Ramírez Pérez, se reunirá con el director de Invías en Bolívar, Valentín del Río, para que los recursos para el taponamiento del Chorro de Las Mestizas sean apropiados rápidamente, a fin de dar comienzo a las obras que pide la comunidad.
“Si no se consigue esto, sacrificaré cualquier inversión del Departamento para darle prioridad al punto crítico que inunda a Soplaviento”, asegura Bernal Jiménez.
Los trabajos que se requieren tienen un costo aproximado de 350 millones de pesos.

Se encadenó
Gilberto Rico permaneció encadenado desde horas de la mañana de ayer en la entrada del Palacio de la Proclamación, sede del Gobierno Departamental.
Su cabeza estuvo atada con cadenas a unas verjas por varias horas, ante la mirada de centenares de curiosos y en medio de una protesta que adelantaba un numeroso grupo de habitantes de Soplaviento.
Rico pedía el taponamiento del Chorro de Las Mestizas, para impedir que se repita la misma historia del año pasado, cuando el pueblo se inundó casi en su totalidad.
“Las lluvias están por regresar y el pueblo teme una nueva inundación, más cuando aún no nos reponemos de los daños sufridos en diciembre pasado”, dijo el encadenado.
El hombre estuvo custodiado por la Policía mientras algunos emisarios de Soplaviento negociaron soluciones con representantes de la Gobernación de Bolívar.
Una vez las autoridades se comprometieron a intervenir con obras definitivas el Chorro de Las Mestizas, el docente se desencadenó con la satisfacción de haber utilizado un mecanismo de presión efectivo, en beneficio de los intereses de su comunidad.