Tras 12 años de la masacre, aún no hay reparación en Las Brisas y Mampuján

Como un payaso triste, que ríe por fuera pero sufre por dentro, así describió su sentimiento Martha Posso García, en el acto de recordación de las víctimas de Las Brisas y Mampuján.
Martha vivió en carne propia la masacre de Las Brisas y el desplazamiento forzado de las familias de Mampuján los días 10 y 11 de marzo del 2000.
Cuando daba a luz a su primer hijo en San Juan Nepomuceno, un comando armado liderado por alias Juancho Dique masacraba a su padre y a sus dos hermanos varones, en la vereda Las Brisas.
Hoy su hijo tiene 12 años, los mismos años que tienen de muertos su abuelo y sus tíos.
Ella perdonó a los determinadores de la desaparición de sus seres queridos, no siente rencor ni resentimiento, pero el dolor de no tenerlos con vida sigue latente en su corazón.
Esta mujer, quien lucha para que se cumpla la reparación colectiva e individual de las víctimas de su pueblo, reclama del Estado el cumplimiento de la sentencia que obliga a repararlos.
“Nuestros pueblos están sin vías de acceso, sin energía eléctrica, con un sinfín de necesidades por atender y la respuesta de las instituciones del Estado es nula”, lamenta Posso García.
Las Brisas, vereda del corregimiento de San Cayetano, en San Juan de Nepomuceno, es conocida por la masacre en la que murieron 11 campesinos.
Vivos de milagro
De los recuerdos de Alexandra Valdés Tijera aún no se borra la amenaza de los ‘paras’ a todo el pueblo de Mampuján.
“Nos advirtieron que si no nos íbamos al día siguiente, nos matarían como perros y jugarían fútbol con nuestras cabezas”, recuerda la mujer.
Valdés manifiesta que fue un milagro de Dios no haber terminado bañados en sangre, como sus vecinos de Las Brisas.
“Le damos gracias a Dios por permitirnos estar con vida. Ayer los habitantes de Mampuján no lloramos, al contrario reímos y cantamos alabanzas al Omnipotente, ya que hoy estamos vivos”, expresa Alexandra, quien sufrió en 1999 el asesinato del esposo de su mamá.
Ella asegura que el Estado es culpable del daño que afecta a las víctimas de su corregimiento, en jurisdicción de Marialabaja.
Sin reparación   
Martha Posso y Alexandra Valdés son dos mujeres que anhelan algo en común: “Reparación para un mejor vivir”.
Así como ellas, centenares de familias de Mampuján, Casinguí, Arroyohondo, Aguas Blancas, Pelaelojo, Toro Angola y Las Brisas exigen el cumplimiento de las sentencias del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá (Sala de Justicia y Paz) y de la Corte Suprema de Justicia (Sala de Casación Penal) que a favor de ellos ordenan al Estado repararlos integralmente.
Gabriel Pulido, líder de Mampuján, afirma que el Estado está en deuda con el cumplimiento de la sentencia que ordena la reparación integral de sus comunidades.
Así también lo asienten las más de mil personas que ayer conformaron una cadena humana de más de 4 kilómetros y medio, que representó la conmemoración de los 12 años del peor día de sus vidas y la lucha por conseguir un mejor futuro, amparados en la enmienda del Estado.  
Las víctimas mortales
En el acto de recordación se les rindió tributo a las personas que perdieron la vida en la masacre de Las Brisas:
Dalmiro Barrios Lobelo, Jorge Eliécer Tovar Pérez, José Joaquín Posso García, Joaquín Fernando Posso Ortega, Alfredo Luis Posso García, Pedro Manuel Castellano Culen,  Rafael Mercado García, Wilfrido Mercado Tapia, Gabriel Mercado García, José del Rosario Mercado García, Manuel Yepez Mercado y Alexis Rojas Cantillo.
Hablan autoridades
Representantes de las ramas ejecutiva, judicial y del Ministerio Público hicieron presencia ayer en Mampuján.
Aunque el presidente Juan Manuel Santos  no estuvo presente,  mandó un mensaje a las víctimas, en el que expresó que habrá mayor celeridad en el proceso de reparación.
El defensor del Pueblo, Vólmar Pérez Ortiz, fue enfático en pedir que haya celeridad en el cumplimiento de la sentencia a favor de las víctimas y dice que estará pendiente de cada avance.
La fiscal general de la Nación (e), Martha Lucía Zamora Ávila, también participó del evento en que se rememoró el pasado, pero poco se habló del futuro de las víctimas.
Zamora destacó que la Fiscalía ha realizado múltiples jornadas de atención a víctimas y lideró la audiencia de incidente de reparación que se realizó en abril de 2010, consiguiendo que en junio de la misma anualidad la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá profiriera sentencia parcial en contra de los ex jefes paramilitares Edwar Cobos Téllez, alias Diego Vecino y Úber Banquez Martínez, alias Juancho Dique, la cual quedó en firme un año después.
Resaltó que la entidad ha participado en audiencias públicas de seguimiento que buscan el cumplimiento de las medidas de reparación colectiva, las cuales dan prioridad a la ejecución de las obras solicitadas por la comunidad, tanto en San Cayetano, jurisdicción del municipio de San Juan Nepomuceno (Bolívar), como en Mampuján, comprensión municipal de Marialabaja (Bolívar).