Víctimas del paramilitarismo caminan por la reparación

Cuando daba a luz a su primera hija en San Juan Nepomuceno, un comando armado liderado por alias 'Juancho Dique' masacraba a su padre y a sus dos hermanos varones, en la vereda Las Brisas.
Aunque ya perdonó al determinador de la muerte de sus familiares, el dolor de no tenerlos con vida sigue latente en su corazón.
Así resume su vida Martha Posso García, una mujer oriunda de la vereda Las Brisas, que se sumó ayer a la marcha por la reparación integral de las víctimas del terror paramilitar, en la que participan las comunidades de Mampuján, Las Brisas, Pela el Ojo, Arroyo Hondo, Aguas Blancas y Casinguí.
“El mismo Juancho Dique me dijo que había participado en la muerte de mis familiares. Ellos iban en busca de un campamento guerrillero, pero mataron a mi padre y a mis hermanos, haciéndolos pasar por colaboradores de los subversivos”, relata Posso García.
Ya han pasado 11 años de la masacre de Las Brisas, en la que perdieron la vida 11 campesinos, y del desplazamiento forzado de la comunidad de Mampuján, y aunque hay una sentencia de la Corte Suprema de Justicia que condena al Estado a reparar a las víctimas en el marco de la Ley de Justicia y Paz, que entró en vigencia hace 6 años, ninguna autoridad ha cumplido.
“Que sepa el país y el mundo que el Estado colombiano no ha cumplido a cabalidad con nuestro proceso de reparación integral colectiva e individual. Ese es el objetivo de este recorrido, de más de 72 kilómetros a pie para llegar a Cartagena, con lo que queremos llamar la atención de todos los defensores de los derechos humanos”, explica Martha Posso.
Ella, quien también perdió a una hermana que no pudo soportar el impacto de la muerte de sus parientes, pide garantías para poner a producir nuevamente las tierras que abandonó tras la masacre.
Otro testimonio
Julio Mercado, otra víctima de la masacre de Las Brisas, al perder el 11 de marzo del 2000 a sus 3 hermanos, un primo y un sobrino, comenta que retornó hace 3 años a la vereda con el ánimo de retomar su vida, pero a la fecha no ha podido salir adelante porque el Estado le ha dado la espalda.
“No hemos recibido nada, todo se ha quedado en el papel. Tenemos las tierras sin trabajarlas, ya que no tenemos cómo invertirle”, relata Mercado.
Agrega que siente temor porque ha escuchado rumores sobre posibles presiones para que se vayan nuevamente del pueblo.
Llegan a Cartagena
Gabriel Pulido, líder de las familias de Mampuján, informó que a las 4 de la madrugada arrancó la marcha pacífica de las familias víctimas de Mampuján y de Las Brisas, jurisdicción de los municipios de Marialabaja y San Juan Nepomuceno, respectivamente, que reclaman del Estado el cumplimiento de una sentencia que obliga a repararlos.
Alrededor de 600 personas caminaron ayer desde Mampuján bajo el sol incandescente. Contaron con el apoyo de la Policía, que escoltó la manifestación y controló la movilidad en la Troncal de Occidente.
Los caminantes llegaron a Turbaco, donde pasaron la noche en la Institución Educativa Crisanto Luque, facilitada por el municipio.
Hoy, a las 7 de la mañana, continúan su recorrido hacia Cartagena para plantarse en las afueras de la Gobernación de Bolívar, a esperar que alguna autoridad atienda sus necesidades.
Según Pulido, ayer la marcha transcurrió en total normalidad. Agradece todas las manifestaciones de solidaridad que recibieron por cada lugar por donde pasaron.
Habla Cepeda
El congresista Iván Cepeda, reconocido defensor de los derechos humanos, acompañó un rato a los manifestantes y los felicitó por reclamar pacíficamente el cumplimiento de la sentencia que ordena la reparación integral de sus comunidades.
“Ya basta de gestos simbólicos de perdón, es hora de que el Estado responda por la reparación de las víctimas, que necesitan sus tierras para poder gozar de un verdadero retorno”, puntualiza.