El presente año es electoral. Dios nos ayude. Dentro de mi modesta biblioteca he encontrado las siguientes máximas:
El político piensa en las próximas elecciones. Un estadista, en las próximas generaciones.
El político que pregona tener la conciencia tranquila, está mal de la memoria.
El político es el camaleón del zoológico.
El político y el tirano siempre se ven altos, porque el pueblo anda arrodillado.
Yo cambiaría la palabra “político” por “politiquero”, que es lo que abunda en Colombia. Jamás he votado y concilio el sueño plácidamente. Ignoro la forma o el color del documento llamado “tarjetón”. Cuando me decida a votar, o impongan el voto obligatorio, lo haría por un candidato perfecto en todo el sentido de la palabra. Lo buscaré con una lupa de gran potencia. De no encontrarlo, usaré alguna estrategia para que mi voto sea anulado y no favorezca a un oportunista politiquero. Que fatal coincidencia: un año electoral y autoriza-ción de grandes sumas de dinero para coadyuvar a los damnificados de la ola invernal. Habrá derroche, por decir lo menos. Después vendrán las investigaciones exhaustivas, con los resultados ya conocidos. Ojalá no suceda en esta ocasión.
Aquiles Culzat Torres
C.C.No.9.047.638 de Cartagena.
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()