Mi queja va para los médicos y enfermeras de la Clínica Crecer, que con su indiferencia, despotismo e insensibilidad con el sufrimiento de un enfermo, hacen gala de su "profesionalismo", insultando los grandes principios y deberes de su juramento hipocrático. Llevé a mi esposa de urgencia con un dolor abdominal. Después de ingresar y esperar por más de una hora la atención de los "profesionales”, mi cuñada llamó su atención en tono fuerte. La escena era: El médico de turno sentado frente al computador sin hacer algo, una enfermera cantando y bailando alguna champeta y carcajeando alguna broma con el médico. No prestaron atención. Otra enfermera tomó la presión, al rato (media hora después), el médico tocó el abdomen de mi esposa y se perdió. La misma enfermera le puso una dextrosa y le aplicó dos inyecciones. Otros familiares de los pacientes también se enfadaban por las actitudes del cuerpo médico. Le pregunté a la enfermera qué tenía mi esposa y me dijo que le preguntara al médico. Entonces le pregunté al médico y me dijo que era una colitis, procedimos a cancelar e irnos. Al día siguiente el dolor continuó y decidimos irnos a la Clínica Maternidad Rafael Calvo, el servicio fue seguro, rápido y eficiente. A mi esposa le diagnosticaron: Embarazo ectopico con feto sin sonido cardiaco (muerto). Inmediatamente la operaron. Estoy muy agradecido por la atención prestada por este centro asistencial, les invito a que sigan trabajando así por el bienestar y la dignidad de nosotros los pobres. Hoy mi esposa está recuperándose y con muy buena cara, no tengo dinero para pagarles todo lo que han hecho por todas las personas que llegaron (ninguna hizo espera), pero nuestro gran agradecimiento y mis peticiones a Dios para que los bendiga siempre. Norberto Cuéllar Montes C.C. No 8.766.065 de Soledad (Atlántico)
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