Afirmar que frecuentemente los conductores de busetas ocasionan accidentes es un lugar común. Pero, también lo es decir que ni los empresarios ni la autoridad tienen voluntad para poner fin a tan trágica situación que afecta a mayores y menores, a familias enteras, a propietarios de vehículos y a la ciudadanía en general, en su vida y bienes. ¿Qué más esperan las autoridades, los empresarios, los conductores y los representantes de cada barrio, para darle solución al riesgo creado y ya convertido en tragedia, por irresponsables conductores que nada les importa la integridad, vida y bienes de sus conciudadanos? Resultado de ese desprecio por el bien común es la reacción colectiva,violenta y en su momento rabiosamente encaminada a hacer daño a quien a previamente lo causó, no se sabe aun si por imprudencia de las menores. Hay que tomar medidas desde ya, para evitar que la destrucción y la muerte sigan rodando en las llantas de las busetas, y que la ira del pueblo se haga presente siempre que esos desgraciados sucesos se repitan. Todo lo anterior, sumado a la reacción de la policía que, presuntamente, ocasionó más muerte, se puede prevenir. Mientras a los conductores irresponsables les recuerdo "Quien siembra vientos recoge tempestades". Marco Polo Guerrero CC. 9056220 de Cartagena
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