El verdadero campesino, es aquel que na-ció en el campo, en la finca. Allí creció ro-deado de animales, vacas, cerdos, perros y gallinas. Y vivió y creció comiendo yuca, plátano y maíz que él mismo cultivó. El verdadero campesino hasta la fecha, ha sufrido el desprecio y abuso, para decirlo claro, de los citadinos, que le subvaloramos sus productos, que los miramos y catalogamos de "montañeros". El verdadero campesino, es una persona buena, honesta, trabajadora, cumplidora de sus compromisos y obligaciones. Esta bien que a ese campesino se le de comida, pero lo que realmente necesita son otras cosas... Él necesita tierra propia, con una sencilla pero cómoda vivienda. Necesita unos cuantos animales de base, necesita unas buenas semillas. Pero fundamentalmente necesita educación y salud, porque a él el trabajo le sobra en su terruño. Señores políticos: Se las dejo para que lo piensen y actúen. Sale más barato para el Estado darle estas cosas al campesino, que mal sostenerlo en la ciudad, fuera de su medio ambiente, donde se convierte en lo que él nunca ha querido. Gustavo Idárraga Celada. C.C. Nº 8.249.650 de Medellín
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