La pregunta es: ¿Qué pasa con nuestro glorioso Ejército Nacional? ¿Será que pasarán a un segundo plano? ¿Ellos necesitan ayuda de un ejército extranjero para combatir la delincuencia y la inseguridad?, O es el gobierno quien se los impone. De todas formas si la delincuencia y la inseguridad sobrepasan la capacidad de la Policía y el Ejército, este es un problema social de fondo que le corres-ponde resolver al Estado, proporcionando a la población lo justo: salud, educación, vivienda, vías y empleo en forma eficiente, ya que para eso se recaudan billones de pesos en impuestos. En la actualidad, eso no se cumple, ante todo con el empleo, el Estado está en la obli-gación de generar empleo para todos y en ca-so contrario debe pagar un subsidio de de-sempleo. Pienso que una parte de esos impuestos que se cobran deben ser invertidos en agrandar las fábricas o empresas existentes en la actualidad y crear más. Los inversionistas privados del país también deben invertir. No tenemos que esperar que vengan inversionistas extranjeros para generar empleo y desarrollar al país. Gene-rando empleo disminuiría la pobreza que cada día aumenta más y más en Colombia, y también disminuiría la delincuencia y la inseguridad generalizada. La falta de empleo te puede llevar a ocupar el espacio público, a manejar una mototaxi y a muchas cosas más. Todo pueblo se merece los gobernantes que elige y en nuestro caso elegimos gobernantes que sólo piensan en el bienestar propio y no en el bienestar general. ¿Cuándo tendremos un gobernante que ponga a los desempleados, unos a cavar zanjas y otros a que las tapen pa-ra que todos tengan trabajo? José Cabeza Martínez. C.C. No 9.073.805 de Cartagena.
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