La “VI Cumbre de Las Américas” es una oportunidad para lucirnos y mostrar a Cartagena. Un buen anfitrión se caracteriza por preparar la casa, hacerla más acogedora y tener todo listo para que sus invitados disfruten. El buen anfitrión disfruta que sus invitados se sientan como en su propia casa. Lo que de manera alguna debe permitir el anfitrión es que su visita convierta la casa en lugar de desordenes y desmanes. Con preocupación hemos tenido que ver los locales, como, quienes preparan la visita utilizan nuestro patrimonio inmaterial, protegido por la Unesco, como vitrina de exhibición de mercaderes que ofrecen sus productos al mejor postor. Cabe preguntarse si quienes preparan la visita se sienten de verdad dueños de la casa o solo actúan como quien la presta para poder hacer en ella lo que en la propia jamás haría. Es momento que los dueños, los verdaderos dolientes, tomemos la rienda y hagamos respetar el lugar, que reclamemos que somos dignos de ser mostrados al mundo como los seres cálidos y generosos que somos, que reclamemos el derecho a circular libremente por nuestras calles, a que respeten nuestro patrimonio cultural y nuestros monumentos, pues al final, como en los casinos, los que llegan a jugar se llevan los bolsillos llenos de dinero y es la casa la que paga.
Javier Doria Arrieta
C.C.No.73.574.082 de Cartagena.
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