Cambio de actitud política

Se aproximan las elecciones de Repre-sentantes, Senadores y Presidencia de la República. Como siempre los aspirantes empiezan a seducir y cautivar electores. Ante la crisis de credibilidad y confianza que percibe la ciudadanía, se está generalizando que no hay nada que hacer para transformar el panorama político, económico, social y cultural vigente. Pero es claro que ninguna norma transforma la manera de ser, si no se cambia de actitud política. El momento es propicio para que los ciudadanos se decidan a ejercer el deber y derecho de votar libremente, con la convicción que los elegidos son la mejor opción. No se trata de andar lamen-tándonos de nuestros problemas, criticando, renegando, echándole la culpa a los gobernantes de turno. Si el día de las elecciones somos indiferentes, conformistas, abstencionistas, vendemos el voto o lo hace-mos por amiguismo; sin discernir con claridad y sensatez las consecuencias de nuestra actitud. La peor actitud que se puede tomar es la de abstenerse de votar. Desconociendo que las decisiones que toman los gobernantes nos afectan a todos, votemos o no. Y si no lo hacemos, carecemos de autoridad moral para criticar sus actuaciones. En Colombia infortunadamente, sólo vota el 30% de los ciudadanos y el 70% que no vota puede producir los cambios que el país requiere, comenzando por el rescate de la confianza de los gobernados en las institu-ciones democráticas del Estado. No obstante, considero que quedan esperanzas, sé que dentro de los candidatos a congresistas, existen luchadores, comprometidos con la gente, con sensibilidad social, capaces de enfrentar el flagelo de la corrupción, la pobreza, la politiquería y la desigualdad. Benjamín Maza Buelvas C.C. No 9.072.891 de Cartagena