Cambios de partidos

Cuando Ezequiel Rojas redactó los estatutos del Partido Liberal y José Eusebio Caro con Mariano Ospina Rodríguez hicieron lo propio con el Partido Conservador, nunca pensaron que dos siglos más tarde, cualquier persona podría fundar otro partido a su ima-gen y semejanza, modificarlo, suprimirlo o fusionarlo con otro partido. Todos somos conscientes que el nacimiento de los partidos tradicionales le significó al país mucha sangre y muertes. Para colmo de males, ahora la ley les abrió una especie de período de arrepentimiento para que todo aquel que se sienta incómodo en un partido, pueda dar la voltereta hasta otro partido en busca de mejor surte y como castigo para el partido que no lo pudo complacer. Quienes así actúan son aquellos que no tienen una solidez ideológica o sólo les interesa el beneficio personal. No quiero imaginarme a Carlos Lleras Restrepo volviéndose Conservador y a Laureano Gómez convirtiéndose Liberal. Toda esta situación conlleva a que cada día se pierda la frontera entre los partidos tradicionales. Álvaro Bustillo Ballestas C. C. No 7.927.261 de San Juan Nepomu-ceno