Un intenso calor agobia a la ciudad, afectando la temperatura de las personas que, en términos normales soportables es de 29 grados. De ahí en adelante, y quizá hasta los 33 grados, lo menos que sentimos lo expresamos con un “uf que calor”. Pero por encima, ya la salud puede resultar afectada y, entonces, hay que tomar medidas preventivas, dos muy simples: tomar mucho líquido y buscar la sombra. En cuanto a líquidos, el consumo se ha disparado con una variada oferta en muchos puntos de la ciudad: jugo de patilla, de naranja, de mandarina, de borojó, de corozo; chicha de mamón, de tamarindo; agua de arroz, de coco; agua en bolsa, en botella; paletas, raspao, limonada, gaseosas, helados, cervezas. Y, si usted insiste, hasta un vaso de hielo picadito. Los vendedores de bebidas frías están, pues, haciendo su agosto para fortuna de su economía doméstica, que a nadie disgusta. “Agosto y vendimia, no es de cada día, y sí, cada año; unos con ganancia y otros con daño".
Marco Polo Guerrero
C.C.No.9.056.220 de Cartagena.
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