Escuchar de Hugo Rafael es cosa de todos los días, sus fechorías aumentan cualitativa y cuantitativamente en Venezuela y por fuera. Lo caracteriza atentar contra todo orden establecido, utilizando la mentira y el engaño, resultando hasta insúltate en su forma de mentir, subestima la inteligencia de todos los que coincidimos con él en este instante de la historia de la humanidad. Hugo Rafael no atentó contra el orden interno de su país, lo cambió, lo acomodó a su antojo para hacer todo lo que a Fidel, a las Farc y a él se les ocurría. En el plano internacional ha desconocido cuanto pronunciamiento se haga contrario a los intereses de la Farc, Fidel o los suyos, propio de su educación. Ha maltratado de palabras a cientos de personas, claro está que en este sentido no podríamos esperar nada diferente de él, a la vista de todo el mundo se ha asociado con terroristas internacionales, en fin son numerosos sus atentados contra la sociedad en la que vivimos. Entre otras cosas, me llama la atención que ninguna autoridad del orden internacional se halla atrevido a desnudar algo que es evidente, es fácil entender que a Hugo Rafael lo llevó al poder el dinero del narcotráfico de las Farc, en asocio con ese otro personaje nefasto para los intereses de la humanidad, el comandante Castro. Entendido así y por deducción, Hugo Rafael, es uno más de ese movimiento. Los noticieros hoy día le dedican al conflicto entre Venezuela y Colombia, incluyendo por supuesto al comandante Chávez no menos de diez minutos, en mi caso tengo la costumbre de despertar con un noticiero radial e irme a la cama viendo otro noticiero, equivale a decir que me levanto con el comandante y peor aun me toca irme a la cama con el comandante. Los responsables de esta aberrante situación son única y exclusivamente la clase dirigente que ha tenido América Latina. Cabe destacar que soy respetuoso de las diferencias. Álvaro Múnera Oviedo CC. 73.073.769 de Cartagena
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