Buzón


Carta al comandante de la Policía

Señor General Ricardo Restrepo Londoño Con toda atención me permito poner en su conocimiento los siguientes hechos en la que fui víctima de los atropellos cometidos por el Agente de la Policía Nacional Her-nando Peña- placa 050621, hechos acaeci-dos en el sector amurallado de Cartagena, el lunes 29 de abril de 2010, siendo las 12:15 horas, de acuerdo a los siguientes he-chos que a continuación relato: Salí de mi residencia para recoger a mi esposo en el Centro de Cartagena, e ingre-sé por la puerta que está frente al Almacén Éxito de San Diego y me dirigí hacía Las Bóvedas para dejar a una amiga. En ese si-tio, una buseta de turismo que iba delante de mi vehículo se estacionó en la vía ce-rrando el tránsito. Tanto mi persona como los otros vehículos que quedamos bloquea-dos empezamos a pitar sin que la aludida buseta se moviera. Un conductor de otra buseta le decía a su colega que no se movie-ra y optó por conseguir a un Agente de la Policía Nacional, presumiblemente para que no pitáramos, pues no estábamos co-metiendo ninguna infracción. En efecto al sitio llegó el Agente de la Policía Nacional, en cuyo bolsillo de la camisa se leía el nom-bre Hernando Peña y una placa metálica con N° 050621, el agente llegó, no dijo na-da y optó por buscar a una policía de trán-sito del DATT para que solucionara la si-tuación, a quién le expliqué lo sucedido. Esta se apartó dado que la buseta ya había despejado la vía, por lo cual yo proseguí. Cuál fue mi sorpresa cuando sentí un fuerte golpe a consecuencia de un puño dado en la parte trasera del vidrio por el agente Hernando Peña, probablemente al ver que la agente del DATT no halló méritos acerca de una presumible infracción. Más adelante en la calle Ayos con calle de la Iglesia, un agente de Policía del DATT me detiene sin pedirme explicación y la sorpresa es que nuevamente aparece el agente Hernando Peña, quién manifestó que no me podía mover hasta tanto no llegara un Intenden-te. Al poco tiempo éste llega y me solicitó la licencia de conducción y la cédula para que el agente Hernando Peña, pasara un infor-me no sin antes explicarle lo sucedido a lo cual me dijo que mi versión no era la mis-ma que le había dado el agente Peña. Acto seguido me autorizó seguir pero nueva-mente el agente Hernando Peña salió co-rriendo detrás del carro y se atravesó para no permitir el paso. A todas éstas no decía algo y no entendíamos su actitud. Si noté que se encontraba cegado de la ira, por lo cual fue recriminado y apartado por sus propios compañeros. Por lo anteriormente expuesto señor General, le agradezco tomar las medidas conducentes para educar a éste tipo de agentes que le hacen daño a la imagen de la Policía Nacional. Sandra Oliver Amín CC.45.452.876 de Cartagena

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