Señor Timochenco:
Me produce indignación, como cristiano, que usted se compare con el mesías al que sigo, según la carta que usted envió públicamente al presidente Santos.
Mi mesías no mataba gente, la resucitaba. No ponía cadenas, las rompía. No causaba heridas, las sanaba.
Lo invito a conocer a mi mesías, del que poco o nada me importa su ideología redencionista. Me importa más seguir el ejemplo de su obra, la cual está bien descrita, para ese propósito, en cualquier Biblia.
¡Ah! y por la muerte en la cruz, no se preocupe, el ya pagó el precio de esa humillación por usted, en caso de que decida imitarle de forma idéntica.
Germán Osorio Buelvas
C.C. 73’151.055 de Cartagena
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