Cartagena no le duele a nadie

Eso es cierto. A los que nos duele Cartagena nos han hecho creer, desde antaño, que vivimos por fuera de ella. Es decir, de Manga para acá, somos unos alquilados. Los que siempre han gobernado y los que la malgastan, acaban, corrompen, roban, siempre se han creído los españoles nacidos en América. A esta gente, decir que son de aquí les causa pena y mandan a estudiar a los hijos al exterior; y los que no pueden, los matriculan en colegios con nombres de presidentes gringos; y cuando crecen, son los gerentes de las mejores empresas o bancos de la ciudad. Nuestros gobernadores tampoco han nacido aquí. Vienen de otros pueblos de nuestro departamento y, al llegar, menos les importa la suerte de nuestra heroica ciudad. ¿Cómo tenerle amor a una casa ajena? Es como querer más a una tía que a la propia madre. Los que dirigen tienen a esta bella ciudad cual madre que alquila a su hija para satisfacer las necesidades y bajos placeres de extranjeros.
Ermes Barragán
C.C.No.73.158.044 de Cartagena.