Buzón


Castigo excesivo

Analistas del corte aquel de "publicanos y fariseos" se traban en fuertes discusiones respecto al tema desafortunado de un ser humano con temperamento sanguíneo, que perdió los estribos en razón del alicoramiento. Es claro que como en el pavoroso tema de los conductores ebrios, el licor "tomao" sin cuido y calma desorganiza los espíritus, haciendo daño a las relaciones interpersonales. Nadie negará que el trago, como el pucho y otras maléficas yerbas, trastorna los torrentes de la racionalidad, que todos debemos  enseñorear siempre. Considero que el señor Hernán Darío Gómez ya recibió su castigo social por el infeliz comportamiento contra un ser humano, de lo cual todos nos debemos cuidar. Lo que viene después del insuceso no es matonear y menospreciar su importante labor que cumple con la selección Colombia de fútbol. Considero que Hernán Darío ha sido "lapidado, censurado y torturado" en exceso, inmisericordemente. Ningún ser humano merece semejante tratamiento. Él pidió perdón a la humanidad por tan bochornoso acto, rodeado de copetines y pizpireta.
Rogelio Vallejo Obando
C.C.No. 19.127.119 de Bogotá.


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