Cuentan de una tortuga que, huyendo de una tormenta, un escorpión le imploró para que lo trasladara al otro lado del río. La tortuga se rehusó ante el peligro que representaba el escorpión. Pero éste, de tanto rogar, la tortuga accedió. Al instante de llegar a la otra orilla, el escorpión le enterró la ponzoña. La tortuga, inmensamente adolorida y moribunda, le preguntó. “¿por qué me pagas en esta forma?” El escorpión le respondió: “Tortuga, ¿se te olvidó cuál es mi naturaleza. Así tenía que terminar esto”. El presidente Santos, su Canciller y gran parte de la izquierda colombiana, están jugando a la tortuga y al escorpión con nuestro vecino de Venezuela y con las guerrillas de las Farc. No se aprendió la lección y se nos olvidó rapidito quiénes tienen campamentos permanentes en Venezuela y el calvario que le tocó vivir al presidente Pastrana y al país con lo del Caguán. Definitivamente, la persona que tiene la determinación y las cosas claras en este país se llama Álvaro Uribe Vélez. Amanecerá y veremos.
Elizabeth Manotas
C.C.No.33.147.286 de Cartagena.
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