Me llama la atención el aviso de un político que aún se aprecia a un lado de la Troncal en Turbaco. Dice que pide bendiciones y esperanza para los hermanos "azotados" por la madre naturaleza. Realmente, Turbaco espera bendiciones. Una de ellas es que su "patrona" bendiga a la cultura y a los "empresarios" para que adapten las fiestas del pueblo a las tendencias de la civilización actual y al desarrollo humano. Otra bendición sería que tengamos un Concejo que realmente atienda los intereses municipales y proyecte a Turbaco como la ciudad que queremos a largo plazo, dado que la planeación y el control político son difíciles, si al Concejo le reparten secretarías y contratos. Un buen alcalde o buena alcaldesa sería otra bendición; y, por cierto, si hablamos de azote, somos nosotros los que llevamos los golpes de la desidia, el desinterés y la inoperancia de la administración y sus "coadministradores". Por ejemplo, hubo que esperar a que el invierno impactara para que a Cardique le jalaran la oreja desde otras instancias, mientras los que forman parte de su consejo directivo (los municipios), como si nada. La madre naturaleza no nos azota, los fenómenos naturales son su expresión contra tanto atropello.
José Yeismin Romero Cedeño
C.C.No. 9.289.909 de Turbaco
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