Ciudad discriminadora

Cartagena se ha convertido en una ciudad que discrimina y excluye sin excusa alguna a los pobres, a los negros, a los raizales, a los jóvenes en riesgo, entre otros. Aquí no se excluye, por ejemplo, al corrupto político que ha robado del erario público ni al abusador de animales. Lo que sufrió la joven Cielo en un almacén de variedades en la Calle de la Cruz, del Centro Histórico, fue una injusticia. Toda persona que no sufre de alguna diversidad funcional (término usado en España para referirse a las personas con alguna discapacidad) debe pensar que algún día se puede padecer de esto. Me imagino su impotencia e ira al sentirse excluida y no gozar su auténtico derecho de circular dentro del establecimiento como cualquier ciudadana. La ciudad no tiene la infraestructura adecuada para las personas con diversidad funcional, ni qué decir de los actuales buses. Parece ser que los ingenieros y arquitectos piensan en soluciones imposibles e ilógicas de usar, pues crea dependencia de los usuarios limitados físicamente. Espero que Cielo sienta la solidaridad de aquellos que nos oponemos a las injusticias y dé una lección a una ciudad, a un país que sufre de indolencia y respeto por las personas con alguna discapacidad.
Paola Marrugo García
C.C.No. 45.690.226 de Cartagena.