He leído con una curiosa atención dos escritos: por un lado la columna del doctor Alfredo Villalba Bustillo sobre la prostitución, y por otro, la deliciosa crónica de la doctora Claudia Ayola Escallón titulada: Ya no más de receptáculos vaginales. El doctor Villalba, hace un juicioso análisis de la prostitución como oficio; y toca someramente la “prostitución” de oficio. Que contrastes, la tierna descripción del comportamiento sexual de esas señoras que nos recuerdan a nuestras madres y abuelas, que para ellas el sexo, dentro de su vida conyugal, significaba una entelequia. Villalba describe las hetairas modernas con una realidad impresionante. Aunque la psicóloga Ayola en su último párrafo dice: El sexo dejó de ser un tabú para convertirse en un derecho. Ahora decimos “cuándo queremos”, pagamos la cuenta si tenemos y exigimos que nos cambien al parejo sino “sabe bailar”. Las comillas son mías. Francisco Santander CC. 9.046. 730 de Arjona
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