Si las organizaciones de base, llámense JAL, u otra cosa, no se esmeran por exigirle al Gobierno los compromisos para con las comunidades, entonces aquellos supuestos liderazgos con las famosas JAL sucumben en oficinas electoreras de la podredumbre de nuestros sucesivos alcaldes ladrones, así como resto de honorables y su descaro de otra vez repetir afrenta de burla, irrespeto y saqueo para con los abnegados ciudadanos. Y es ahora en este revoltillo electorerista aproximándose, donde esta descomposición cuenta con un peculiar espécimen sañudo líder de las comunidades, el siempre experto en vacunar, boletear sutilmente desde la consabida patraña de la “rifita” sobre los suelditos obtenidos con angustia y sudor de los vecinos dizque para la pavimentación de la calle, donde una vez pavimentada esa calle ¿quien quita dado el carácter de podredumbre campeándose, si la oficina a quien corresponde tal pavimentación viene y la cobra como si fuera obra de esta? Encontrándonos ante lo más probable el alcanzar a ver al ceñudo líder entre otras cosas patronal ceñudo líder avivato, acercarse a esas oficinas por su tajada. Así, este tránsfuga a partir de las tales “rifitas” continuará financiando sus borracheras, que de igual tras ese insano propósito de imagen de liderazgo más adelante repartirá cervezas como cualquier purulencia politiquera con tal de obtener votos para su elección de la JAL.
Pedro Blas Julio Romero
C.C. No. 9.070.771 de Cartagena.
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