Buzón


Congratulaciones

Felicito a El Universal por dedicar un Editorial al gravísimo problema que vive la Junta de la Cámara de Comercio de Cartagena desde hace mucho tiempo, por su cada vez más escasa representatividad y gobernabilidad. Es evidente que en esa Junta priman vanidades personales e intereses particulares sobre los colectivos de la comunidad empresarial. Por eso, la prioridad en la asignación de recursos y el direccionamiento de la Cámara muchas veces va en sentido contrario a las necesidades de la dinámica empresarial de Cartagena. A raíz de la salida de Silvana Giaimo del cargo de presidente de la CCC, para lanzarse a la Alcaldía, una firma muy seria y reconocida de caza talentos de la capital, con total independencia y profesionalismo, adelantó un proceso de selección para buscar su reemplazo. De una terna de candidatos con excelente perfil (en la cual estuvo Roxana Segovia), la Junta Directiva de la CCC eligió a Piedad Rojas, quien ha demostrado carácter para no dejarse "amoldar" como su antecesora y muchas ganas de enderezar el rumbo perdido. No pueden algunos miembros de la Junta de la CCC aducir ahora que Piedad Rojas no tiene "química" con ellos, como excusa grotesca para tumbarla. Resulta preocupante que esto ocurra justo cuando ella, con mucho coraje, parece que destapó (en la misteriosa carta que menciona el Editorial) faltas graves contra el código de buen gobierno corporativo de la Cámara. Si ello es así, dicha carta debería ser informada al resto de empresarios registrados en una Asamblea Extraordinaria. Es cierto que los gremios empresariales, tampoco ajenos a intereses particulares, han sido muy inferiores en su responsabilidad ante el manejo de la Cámara de Comercio. Pero siempre hay un momento para rectificar. Es ahora o nunca: rodeando a Piedad Rojas para que no la saquen.
Jaime Alberto Restrepo Carvajal

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS