Control sí, pero con altura

Interesante el artículo de Carlos Ardila. Es en verdad reconfortante saber que los concejales ejercen la misión para la cual son elegidos: la del control político. Ya era hora, tener un Concejo que aunque sea por revanchismo y presos de gadejo (enfermedad propia del perdedor), cumplan con su objetivo, justifiquen el sueldo, los privilegios y beneficios que obtienen y sacan de su investidura. Pero surge la pregunta: ¿Dónde estaban cuando las contrataciones indebidas de administraciones anteriores?. Me gustaría escuchar a Raad, García Tirado, Lequerica, Quinto Guerra ¿Por qué no denunciaron cuando estos contratos se firmaron en la administración del 2007?, ¿De quien sería o es, la ONG que ejecutó tantos contratos sin llenar los requisitos necesarios?, ¿A quién pertenece el vehículo que en 10 días generó 7 millones de pesos?. Y por último, ¿Por qué el Concejo guardó silencio en relación al detrimento patrimonial que ha descubierto la Contraloría en la Secretaría de la Alcaldía durante la administración Curi (2007)?. Es por lo demás sospechoso el silencio del cuerpo edilicio en ese entonces y en la actualidad, una vez conocidos los resultados de la auditoria. Pienso que se debe cambiar el apelativo de honorables concejales, hasta cuando puedan demostrar que lo merecen. Juan Manuel Daza Molina C.C. No 73.144.959 Cartagena de Indias