Desafortunado, por decir lo menos, resultó el calificativo conque el Presidente de la República - nadie menos - se refirió de un ciudadano colombiano que se merece el mayor respeto, como todos y cada uno de los colombianos, quien encarna la primera autoridad del país; y sólo por ese simple hecho: ser ciudadano colombiano. ¿Acaso tuvo la culpa el Presidente de que a él se le presentase en Cartagena una laberintitis de la que, gracias a Dios, salió bien librado? ¿ Acaso el doctor Antanas Mockus se burló de su condición, de su "discapacidad" que, afortunadamente para aquel, fue pasajera? Doctor Uribe: la laberintitis puede repetir y ser cada día más "discapacitante". Estas expresiones, antes que ayudar a su protegido los desayuda. A estas alturas Santo debe estar pensando: "Con este amigo para qué enemigos". El fenómeno Mockus puede ser resumido en una sola palabra: ESPERANZA. El pueblo colombiano había perdido las esperanzas de un cambio en la forma como le país viene siendo manejado por sus dirigentes, sean de izquierda o de derecha. Esto se ha refleado siempre en las altas cifras de abstención en cada justa electoral. El pueblo sigue pensando: Los mismos con las mismas Y de pronto aparece una luz en el camino, una luz en el oscuro túnel de la vida nacional. Una nueva Esperanza. Pero, prevengo: muchas cosas no se podrán resolver, a pesar de las buenas intenciones conque él las enfrente. Hay algo que lo va a ayudar en su gestiónn y es que él tiene el convencimiento de que si se cambia al hombre se pueden cambiar las cirunstancias. Ya lo ha probado, todo el país es testigo de ello. Es tanta la descomposición en todos los aspectos que en que esta labor no lo debemos dejar solo. Pongamos nuestra roca de arena. Es ahora o nunca... Edwin Maza Anaya CC 9.058.845 de Cartagena
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