Aprovechando la noticia de la muerte del nadador noruego Alexander Dale, escribo, primero, para darle mi sentido pésame a la familia de tan destacado deportista; segundo, como un llamado de atención a la prevención que están realizando los organismos deportivos nacionales con la salud de los deportistas que entregan todo en sus entrenamientos, para darle al país gloria tras una presea. Como ex nadador que soy, he sentido lo desgastante que puede ser un entrenamiento de alto rendimiento y el cansancio físico y mental luego de haberlo terminado; y si no se le presta la debida atención a la salud de los deportistas, el resultado de este entrenamiento puede ser perjudicial. Ahora bien, si esta muerte súbita le ha sucedido a varios deportistas ya, como a Alexander Dale (que tenía los mejores acompañamientos médicos), también le puede ocurrir a uno de nuestros nadadores de Bolívar, los cuales no cuentan con apoyo alguno de nuestra entidad deportiva. Señores del Ider, ¿qué pasa con el acompañamiento médico de nuestros deportistas, quienes día a día se esfuerzan por alcanzar sus sueños y estar más cerca de sus metas, quienes con el sudor de su cuerpo entregan todo por traerle gloria a un departamento que muchas veces los ha olvidado y que piensa que el deportista es futbolista o beisbolista?
Walter José Bonilla Acuña
C.C. 1.143.345.324 de Cartagena.
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