De moros y cristianos

Se acaba de presentar en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, la novela “El Sari rojo”. Según El Universal, se trata de una novela difamatoria -no la primera de varias del mismo autor- alrededor de historias de la India asociadas a su espiritualidad. Me hace recordar enseguida a “El código Da Vinci” y Dan Brown. Dos tribus espirituales, hindúes y cristianos, se manifiestan en contra de libros que, a pesar de que sus autores los proclaman como ficción, ofenden ambas tradiciones, puesto que usan elementos de ellas para literalmente, reescribir verdades espirituales, basadas en siglos de tradiciones. El lector lego en ambos casos, confunde realidad y ficción y los libros terminan siendo “dañinos”, al tergiversar verdades que, si bien son subjetivas y no científicas, grupos humanos bastante relevantes política y numéricamente, reclaman al menos como parte del patrimonio espiritual y humano no sólo de sus etnias, sino a través de ellas, de la humanidad misma. ¿Es casualidad el surgimiento de ambas “tendencias literarias”? Personalmente lo dudo, pero como la mayor parte del tema religioso, no puedo demostrarlo. Surge la pregunta: ¿Qué gana el movimiento (Si lo hay) que promueve esta literatura? ¿Quién gana si la espiritualidad del mundo se equipara a la literatura de ficción? Parte de la respuesta puede estar en la Europa secularizada, que según noticias del viejo continente, ya le dio la espalda al cristianismo milenario que profesaba, abrazando un racionalismo ateo y por ende autosuficiente. En un mundo cada vez más manipulable a partir de la informática, ¿Conviene a algunos sembrar la idea de libertad a partir de la razón, fabricando un espejismo? En esta última pregunta reconozco que el lector puede quedar confundido, dependiendo de su bagaje en el tema espiritual. La dejo así, adrede. Germán Osorio Buelvas CC. 73151055 de Cartagena