Debe reformarse

La Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes cada vez demuestra más, con sus actuaciones, que debe ser reformada. Sus indagaciones  siempre son lentas, sus procesos eternos y sus decisiones tergiversadas por intereses políticos. En días pasados citaron al ex presidente Uribe Vélez para escuchar su versión libre de los hechos sobre los que le acusan algunas personas que se consideran "víctimas" de su administración. Y en la diligencia vimos toda clase de dilaciones para no permitirle hablar al ex jefe de Estado:  tres miembros de la Comisión, de paseo por los Estados Unidos, por lo que quienes quedaban no tenían poder decisorio; una recusación de Piedad Córdoba, quien nunca apareció en la diligencia para dar la cara; suspensiones de varios minutos "para tomar decisiones"; y la determinación final de postergar la diligencia. La impresión general es que la Comisión toma partido, no es imparcial y hace rato condenó a Uribe. Ojalá se incluya en la reforma a la justicia una cirugía profunda a este ente inútil y corrupto que consume el presupuesto del Congreso. 
Carlos Pérez Buriticá
C.C.No.8.901.271 de Barranquilla.