El costo político por las irregularidades cometidas al adjudicar los subsidios del programa Agro Ingreso Seguro, los cuales fueron entregados a quienes menos los necesitaban, lo tienen que pagar tres altos funcionarios públicos: Primero, el Presidente de la República, quien debería renunciar ipso facto a sus aspiraciones para un tercer período por ser el Primer Responsable de los actos cometidos, correctos o incorrectos, de sus más inmediatos colaboradores y, además, por "dejarse meter gato por liebre": un nuevo "elefante blanco", sin ninguna duda, que pasó "por detrás de sus espaldas" sin que se "diera cuenta", como le sucedió al ex presidente Ernesto Samper Pizano cuando enfrentó el famoso "Proceso 8.000" por los dineros mal habidos de su campaña presidencial. Segundo, el actual Ministro de Agricultura, Andrés Fernández, quien debería presentar renuncia irrevocable de su cargo por dignidad consigo mismo y para demostrar que no tiene nada que ver, en lo absoluto, con la "feria" de los "agrosubsidios seguros" que distribuyó onerosamente su antecesor por toda la geografía nacional y tercero, el ex ministro de la Cartera Agraria y precandidato presidencial conservador, Andrés Felipe Arias, el delfín del Gobierno, quien debería renunciar, sin pensarlo dos veces, a sus aspiraciones presidenciales: por su bien, por el de su propio partido y por el de la sociedad colombiana, en general. Con toda seguridad, el ilustre, benemérito y finado, Álvaro Gómez Hurtado, ha de estar "revolcándose en su tumba" ante tantos desaciertos de sus copartidarios que han enlodado el nombre del otrora glorioso Partido Conservador que, durante muchos años, le disputó el poder a ese otro también gran partido de antaño, el Partido Liberal, hoy por hoy, enredado en sus propias contradicciones y sin norte definido, que algunas veces parece que hace oposición y otras, no se sabe. Dios permita que por el bien del país y de nuestra débil democracia en estado de coma, se haga justicia política y fiscal, para que no suceda lo pasó con los "falsos positivos" de Soacha, las autodefensas "arrepentidas" y las "pirámides" de DMG. Rafael E. Yepes Blanquicett CC. 9.093.223 de Cartagena
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