Es tal el desprestigio de los partidos políticos "tradicionales" y de izquierda en nuestro país, que la mayoría de los candidatos a las corporaciones públicas nacionales, regionales y locales, prefieren lanzarse como "independientes", avalados por X número de firmas o apoyados por movimientos "disidentes" o partidos "nuevos", producto de coaliciones de diversos colores que parecen, más bien, una colcha de retazos. El Partido de la U, Cambio Radical, PIN, Mira y otros, están compuestos por ex militantes liberales, conservadores e "independientes"; y el Polo Democrático Alternativo, por ex integrantes de los partidos comunista, socialista, de los trabajadores, Moir, Anapo y M-19, entre otros. Como la unidad de estos "partidos" no es ideológica, es decir, que no gira alrededor de principios colectivos, sino de un líder carismático, se rompe con mucha frecuencia y el sentido de pertenencia casi no existe o es completamente nulo, presentándose el fenómeno conocido como "transfuguismo político" o "voltiarepismo". Esto hace que nuestro sistema político sea muy débil, porque la fortaleza de una verdadera democracia radica precisamente en la fortaleza de sus partidos, como ocurre en la mayoría de los países europeos y en Australia, Canadá y los Estados Unidos.
Rafael Yepes Blanquicett
C.C. No.9.093.223 de Cartagena.
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()