Devoción de un pueblo

La fiesta de la Virgen de la Candelaria, resume la devoción, el apego, la veneración y el entusiasmo de la religiosidad de un pueblo, en donde se refleja nuestra historia religiosa, cultural y social, con amor y sentido de pertenencias a sus creencias. Hoy virgencita morena, madre de luz y esperanza, protectora de los más pobres y necesitados, te pedimos, hágase respetar la dignidad de la vida humana, que los jóvenes aumenten su autoestima, que las urgencias sociales físicas y culturales sean atendidas, que ilumine a este pueblo para un mejor bienestar social. Los eventos, que se llevan a cabo son motivos de emoción y de encuentro, donde los corazones que hunden la savia viva de su sangre en la historia humilde y sencilla de este pueblo. La participación en los actos religiosos, la unión alegre y afectiva en el recorrido procesional son ejemplos de una devoción de un pueblo que fructifica afectos en los corazones, que sabe transformar la raíz emotiva de su historia en abrazos colectivos y reconciliadores. Una devoción sin cadenas, sin ataduras, libre de penumbras y de temores, una devoción basada en la esperanza de un pueblo que se une para mirar en una sola dirección, allá donde la contemplación se humedece de frenesí y de alegría, la entrañable y adorada imagen de la virgen de la Candelaria. Anuar Cortázar Cáez C.C. Nº 3.873.885 Magangué