Estuve leyendo cómo empiezan las mejoras en servicio y bajos costos para usuarios móviles en Colombia. No sé cómo todavía se puede vivir en semejante ostracismo tecnológico. Parece que las conversaciones valiesen más por su duración que por su contenido. Es increíble cómo el llamado hombre más rico de mundo y magnate de las comunicaciones incrementa su riqueza al costo de obsolescencia latinoamericana. En Estados Unidos, desde hace más de una década, se habla ilimitadamente todo el mes por alrededor de 50 dólares. La falta de comunicación se traduce muy a menudo en falta de educación y, por ende, en pobreza. Creo que los gobernantes tienen mucha responsabilidad en la superación de los pueblos, y es imperdonable que se niegue el acceso a su moderno desarrollo. Y todo esto debido a monopólicos contratos estatales de telefonía, que afectan al país y a sus generaciones. Ya tenemos el TLC, pero la libre competencia no llega aún, requisito primordial para ser un país competitivo en un mundo cada vez más interconectado. Si nos va mal con el TLC, no tendremos otra alternativa que buscar un chivo expiatorio como el "imperio norteamericano."
Álvaro Contreras Montes
C.C.No. 73.093.699 de Cartagena.
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