Buzón


Educación o comercio

Resulta increíble que ahora haya universidades cuyo mecanismo de selección sea el de regalar celulares y memorias USB a quienes se matriculen. Dentro de poco pondrán, como los almacenes de telas, un promotor vestido de payaso en la puerta, con un megáfono en el que anuncian las funciones de gancho "2 con una boleta" y cosas similares. ¿Dónde está la real calidad académica de esas instituciones?, ¿Dónde están sus programas acreditados? Al contrario, han tenido que cerrar carreras que abrieron alegremente, porque no llenaron los requisitos mínimos para poder tener lo que el gobierno exige como "Registro calificado". Es muy cierto que nuestra ciudad y nues-tro país están ávidos de educación, pero que sea real y con una calidad mínima razonable. Por eso son tan valiosos los esfuerzos de otras universidades que por ejemplo, otorgan becas a los mejores bachilleres de la región, independientemente de su estrato, mandan a sus profesores a estudiar en el exterior, invierten recursos en laboratorios, bibliotecas, bases de datos, y se dan la pela de autoevaluarse de manera crítica para mejorar. Los resultados son claros: Grupos de investigación calificados en categorías superio-res, docentes internacionales, programas acreditados, en fin, una real universidad. Las universidades pequeñas, llamadas también de “garage" (aunque en algunos ca-sos el término es inadecuado) debieran preocuparse por la calidad, al menos con la misma intensidad con la que se preocupan por el estómago y el bolsillo. Da risa ver a sus estudiantes parados en la puerta, porque el celador no los deja entrar si no demuestran, con recibo en mano, que ya pagaron el semestre, por disposición rectoral. Tal vez ahora de pronto empiezan a aceptar como prueba de pago, el celular o la USB con el logo de la universidad. Cartageneros, despierten, dejen de alimentar parásitos y edúquense donde vale la pena. José del Carmen Montero Quintero C.C. 73.236.335 de Mompox

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