Además del acoso de vendedores ambulantes, de las inundaciones, de lo insalubre del mercado de Bazurto y del alto costo de los hoteles y restaurantes en Cartagena, el abuso de la mayoría de los taxistas es otro de los factores que definitivamente perjudica al turismo en Cartagena. Llama la atención como ninguna entidad de gobierno local ha decidido tomar acciones en este sentido. Al dejarles que cobren lo que les da la gana, prácticamente se les ha dado licencia de corso a los taxistas, que matan sin contemplación a la gallinita de los huevos de oro. Curiosamente, nunca ha habido quejas de otros sectores de la industria sin humos, que se lucran del turismo local y que se ven afectados con el maltrato a nuestros visitantes. No es exagerado decir que es mucho más económico para una familia bogotana o caleña irse de vacaciones a Miami o a Orlando, que venir a Cartagena. Si uno como cartagenero tiene problemas con los taxistas que cobran tarifas muy por encima de lo establecido, ¿qué pasará con los turistas que visitan a la ciudad? Aún así tenemos los hoteles a reventar para la temporada de fin de año. Evidentemente y a pesar de sus graves problemas, Cartagena es una ciudad bendecida.
Edgardo Torres
C.C.No. 9.094.782 de Cartagena.
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