Buzón


El atropello ambientalista

 La ciudad le pasó por alto a unos de estos alcaldes hampones lo del invento de un puente altamente lucrativo en prevaritocracia,  puente  viniéndose abajo. Pasándole en alto el robo de los paraderos, junto con lo insólito de incrustamiento de peaje en la entraña  neurálgica citadina. De esta forma tal espurio y su familia  yendo todo avante proa al continuismo por laurearnos en idiotez de verdaderos vencejos diría “el tuerto López”, al  terminar asestándonos grosería obscena de apropiación del puerto. Y ahora ése mismo vómito con locomoción de una delictiva élite feudal sigue atiborrando instituciones con sus ordeñadores de vacas, mucamas, gays y puticas cibernéticas de toda orgía electorerista, acabándose en estos momentos de situar en uno de esos desgraciados barrios de la eterna hambruna, donde al mismo se le alcanza a  ver con su kiosko de respectivas aguas inmundas pasando por debajo, y con vallenatos a todo volumen desde su lujosa camioneta de funcionario público facineroso con todo el gansterismo de naturaleza impune reluciéndole. Que una vez instalado aquí para la compra de votos, ha sabido desde ya el querer sentirse en su Carmen de Bolívar. Cuando los abigeos, que vienen de asolar sus abatidas regiones sabaneras, se unen con los abigeos de la provincia bolivarense, las arcas presupuestales de Cartagena tiemblan.
Pedro Blas Julio Romero
C.C.No. 9.070.771 de Cartagena.

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