Buzón


El Ausente

Lamentable el fallecimiento de Joe Arroyo, baluarte indiscutible de la música alegre y tropical, cantautor versátil, de un performance inigualable, que deleitó con sus rítmicas interpretaciones a todos los colombianos seguidores de su música, dejando también una huella indeleble en aquellos contemporáneos que alguna vez disfrutamos y bailamos sus canciones en los albores y plenitud de su carrera artística  preñada de  éxitos inimaginables. Quiero destacar, tal vez como un homenaje, a esa persona, a ese ser humano que había en Álvaro José, esa faceta espiritual que muy poco dio a conocer, pero que plasmó en una de sus canciones al manifestar que todo se lo debía a Dios. Está espiritualidad la pude percibir con más detalles en una de las últimas entrevistas que concedió el Joe a un canal de televisión. El hombre tiene un vacío espiritual dentro de él, que algunas veces trata de llenarlo con fama, alcohol, droga, sexo, trabajo, dinero, religión, etc.  La  Biblia dice en Eclesiastés 3:11, que, Dios, todo lo hizo hermoso  a su tiempo y ha puesto eternidad en el corazón del hombre. El Joe pudo comprender y aceptar que ese vacío solamente lo podía llenar algo eterno. Y Dios es eterno. Tuvo conciencia, antes de su muerte, que las cosas terrenales y materiales no pueden llenar a las personas.
Julio C. Carbonell G.
C.C. No. 73.082.850 de Cartagena.


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