Buzón


El calor y el vidrio

Las cosas que se ven en Cartagena no se ven en otra parte. Estamos en medio de una insoportable ola de calor —quizás la más feroz de los últimos años— que ya da hasta miedo salir de la casa o de la oficina a hacer alguna diligencia, por temor a morir quemado bajo los rayos del sol. Pero lo que más indignación produce —ya no miedo— son las busetas llenas de vidrios por todas partes. En otra ciudad caribeña, con unas autoridades del tránsito que tengan cinco dedos de frente, se pondrían a circular buses y busetas con ventilación por todas partes, para proteger a los pasajeros del ardiente clima. Pero aquí es al revés: convierten a las busetas en verdaderas latas de sardina, como si estuviéramos en Bogotá y quisieran protegernos de frío. Qué va, yo creo que ni en Bogotá se ven esos desaciertos. Para colmo de males, llega uno a su casa con la esperanza de prender el abanico o el acondicionador de aire, pero al poco rato se va la luz y viene al día siguiente, si caso. Estamos en Macondo.
Ramiro Vega Villa
C.C.No.73.113.491 de Cartagena.

 


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