Según el gobierno norteamericano, la razón por la cual se opone al reintegro de Cuba a la OEA, a su participación en las Cumbres de las Américas y a quitarle el embargo económico que le impuso desde 1962, es porque en Cuba "no hay democracia", pues "no hay elecciones libres", no existe la libertad de expresión ni de opinión y la oposición es reprimida fuertemente. Si esto es así, y esa es en verdad la razón de su oposición, ¿por qué entonces no se opone a la presencia de China en la ONU, por ejemplo, país este con un gobierno totalitario de izquierda mucho más represivo e intolerante que el gobierno cubano de hoy? China Popular fue miembro del "Comité Permanente de la ONU", y, a pesar de la "Guerra Fría" de los años 50, 60 y principios de los 70, la ex Unión Soviética nunca fue excluida de la ONU. Se deduce, pues, que la verdadera razón no es esa, sino que sigue considerando a Cuba como un "peligro para su seguridad nacional" por encontrarse en su "patio trasero", América Latina, y ser el único y último país "socialista" de este hemisferio que se ha mantenido como tal, no obstante el derrumbe de la U.R.S.S, su principal aliado, y del oprobioso embargo económico que ha sido endurecido aún más. Por lo tanto, en aras del derecho a la igualdad, y en atención a los pocos pero significativos cambios que está dando la administración de Raúl Castro, el bloque de países latinoamericanos debería liderar un movimiento de presión para exigir el regreso de Cuba a la OEA, su participación en todos los eventos políticos y económicos del hemisferio y la eliminación del embargo que tanto daño le ha hecho a la precaria economía cubana, mucho más crítica desde la desaparición física del "País de los Soviets".
Rafael E. Yepes Blanquicett
C.C. 9.093.223 de Cartagena
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