Buzón


El envenenamiento de Núñez

Plagado de errores ortográficos, falta de sintaxis y sin argumentos fuertes para discutir la hipótesis sobre el envenenamiento del presidente Rafael Núñez Moledo, el señor Alfredo Villalba Bustillo escribe un artículo cuyas observaciones en nada controvierten la presunta causa de su muerte ni la discriminación racial en la UdeC. Primero los “horrores” del articulista sin llegar al purismo idiomático: .…;“que ig-nominia para un prohombre como fue quien me tomó a mi llegada a la vida”…;. (sin tilde en el qué exclamativo y sin tilde en el monosílabo mí, que dice el vulgo que ya no se tilda); ..” la huelga contra el doctor Napoleón Franco Pareja de 1959, el sus-crito hacía primer año de profesión, conocí sus orígenes y sus consecuen-cias”…;(problemas serios con la coherencia textual y la sintaxis); “que era un sa-bio”…;...(galicismo puro); ...“Si tuvo reper-cusiones”…;.(sin tilde en sí). Y en segundo lugar, se muestran las ob-servaciones débiles del señor Villalba frente a los testimonios y elementos de juicio que pueden indicar la verdadera etiología de la muerte de Núñez, acaecida el 18 de sep-tiembre de 1894. La prueba del espejo (¡miren eso!, dice Villalba), además del análisis del cabello y uñas, era una de las tantas que hacían los médicos legistas de la época para corroborar sus hipótesis sobre intoxicaciones con arsénico y consistía en buscar hidruros volátiles de 0,0005 g que depositaban espejos metálicos. Hacía parte de la prueba clásica de Marsh, en honor a su inventor. Aún no existían pruebas espe-cíficas como las reacciones de Gutzeit, Reisch, Fleitmann, Reinsch, Bettendorff. En el caso del presidente Núñez - y sólo para desbaratar el interrogante (¿) del señor Villalba aparecido después del nombre de mi padre, Armando N. Luján Mercado, de 92 años, abogado de la UdeC desde 1947, escritor, historiador, directivo y profesor de álgebra, matemáticas, sociales, historia de Colombia e instituciones cívicas del extinto Colegio Fernández Baena y alumno presen-cial de psicología de Rafael Calvo Castaño – relata el abogado(r) Luján que en una sus clases de psicología, siendo alumno del eminente médico Calvo Castaño, morfi-nómano por un dolor crónico, éste se ex-playó en la hipótesis, contada a su vez por su padre Calvo La Madrid, acerca de la in-toxicación por arsénico de Rafael Núñez, pero que doña Soledad y las autoridades políticas y eclesiásticas de la época no le permitieron corroborar ni manifestar a la opinión pública con los elementos de juicio que de seguro le hicieron falta. Esta hipóte-sis se filtró a círculos cercanos a la familia Núñez Román y la puede corroborar per-sonas de reconocida trayectoria intelectual y familiares como Judith Porto de Gonzá-lez, quien llamó a mi Padre para contarle algo parecido, incluyendo la mención de pruebas verídicas conservadas por descen-dientes de Calvo La Madrid. En el excelente libro del Doctor Monte-rrosa Castro se puede leer que, en efecto, el doctor Calvo Castaño fue el fundador de la Clínica de la Escuela de Maternidad de la Universidad de Cartagena de la cual han egresado nuestros distinguidos ginecólogos y obstetras. Y también se leen párrafos so-bre la discriminación racial, aún existente, pero en forma soterrada. Esta es la verdade-ra Historia que pocos se atreven a escudri-ñar y a creer y no la amañada que aún se enseña. Armando Lujan Hijo CC. 7.885.200 de Cartagena

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS